El ducto de donde 148 camiones cargaron gasolina robada –captado por un dron y evidenciado a nivel nacional la semana pasada– se ubica en la comunidad de Progreso de Juárez, en Acatzingo y es operado por la banda de ‘El Toñín’.

Asimismo, en otros municipios ubicados en el Triángulo Rojo, como Quecholac y Acatzingo, Antonio Martínez tenía la venia del alcalde priista, Carlos Alejandro Valdez Tenorio, para operar; razón por la que sus policías no reportaban cuando detectaban ‘ordeña’ al poliducto Minatitlán-México.

Según fuentes de CAMBIO, dicho video fue grabado en febrero de este año, un mes antes de que se registrara una explosión en el lugar. Y aunque personal de Seguridad Física de Pemex ya había sellado el sitio, los ‘ordeñadores’ continuaron extrayendo gasolina.

Un tramo del poliducto de Pemex Minatitlán-México cruza en dicha junta auxiliar, pero el ocho de marzo, días después que fueron grabadas las imágenes con el dron del Gobierno federal, explotó la toma clandestina que dejó como saldo seis vehículos calcinados, demorando 24 horas para sofocar las llamas.

El día 20 del mismo mes, a las 21:00 horas nuevamente se incendió la misma toma clandestina. Esa noche, el fuego alcanzó más de 50 metros de altura. Varias familias fueron desalojadas por las autoridades para evitar una tragedia. El fuego fue controlado 30 horas después.

La industria huachicolera de El Toñín

En Acatzingo, ‘El Toñín’ es muy conocido como empresario. Algunos policías que fueron beneficiados en su momento para ser omisos en su operación, narraron que controlaba el poliducto desde Quecholac hasta Amozoc, y había comenzado a adentrarse en San Martín Texmelucan en alianza con ‘La Negra’.

Antes de que se registrara un enfrentamiento en la comunidad de Palmarito Tochapan, que dejó como saldo 10 muertos, cuatro militares y seis civiles, ‘El Toñín’ supervisaba personalmente las extracciones en Progreso de Juárez, según la versión de testigos, es en este punto en donde más combustible sacaba.

Debido a las grandes operaciones que ‘El Toñín’ realizaba en esta comunidad, autoridades federales contaban con la información, pero debido a que el 100 por ciento de los pobladores protegen a los huachicoleros, no se atrevieron a entrar.

Los camiones, después de ser abastecidos, tomaban diferentes rutas sobre caminos de terracería y carreteras estatales donde no había vigilancia de policías o por los municipios donde tenían acuerdos con las autoridades municipales.

La mayoría de camiones cruzaban la Autopista Puebla-Orizaba y se desplazaban por caminos de la localidad de Lomas de Santa Cruz, Lomas de Romero y San Mateo Tlaixpan en Tecamachalco, ahí los camiones tomaron diferentes rumbos.