A pesar del intenso operativo que se llevó a cabo en inmuebles del Centro Histórico por parte de la Subprocuraduría Especializada de Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y el Ejército en contra de la trata de personas, no hubo personas detenidas y sólo un inmueble fue clausurado.
El pasado mes de marzo el Ayuntamiento de la capital clausuró una casona ubicada en la 18 Poniente entre la 5 y 7 Norte, la cual operaba bajo el nombre de ‘Hotel Osiris’, de donde al menos 50 mujeres de diferentes municipios y estados fueron detenidas durante 36 horas al no presentar el pago por la falta administrativa de ofrecer sexoservicio.
La última vez que fueron detenidos en el Centro Histórico personas supuestamente relacionadas con la trata de personas fue en abril del 2015, cuando la ex Procuraduría General de Justicia detuvo a cuatro presuntos responsables por el delito de lenocinio y trata de personas: Sandra Torija García, Julio César Tepale Mendoza y José Antonio Arellano Morales, quienes se decía manejaban un negocio donde 36 mujeres ofrecían sus servicios sexuales en el inmueble ubicado en la 14 Poniente 310 B; sin embargo actualmente se encuentran libres al no ser señalados por ninguna de las féminas como traficantes de personas o explotadores sexuales.
Operativo infructuoso
Mucho alboroto ocasionó la presencia de militares, elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) y Policía Federal en las inmediaciones del Centro Histórico, donde el pasado sábado se llevaron a cabo dos operativos simultáneos en casonas de dicha zona.
Uno de ellos se desarrolló en el denominado ‘Hotel Sevilla’ ubicado en la 6 Poniente entre 9 y 11 Norte y otro en la llamada ‘Puerta Roja’ de la 8 Poniente 312, entre la 5 y 3 Norte.
En ambos operativos no hubo detenidos por el tráfico de personas con fines sexuales o por lenocinio o prostitución, a pesar de que personal de la Seido se encontraba en el lugar, ya que las poco más de 40 ‘chicas’ que laboraban en dichos establecimientos fueron liberadas al momento de declarar que ninguna de ellas era explotada de forma sexual, ya que se encontraban en el lugar por su propia voluntad.
El operativo que duró alrededor de cinco horas sólo dejó como consecuencia el cierre del Hotel Sevilla, ya que el otro inmueble, a 24 horas del operativo, continúa abierto.