Aunque el Instituto Nacional Electoral (INE) no tiene identificados puntos rojos en el estado de Puebla donde pudieran presentarse altercados en el proceso electoral de 2018, el consejero Marco Antonio Baños aseguró que en febrero -cuando los capacitadores estén en las calles- el organismo sabrá si ponen especial atención en la zona del Triángulo Rojo y las regiones con problema de robo de combustible.

A pregunta expresa, dijo que Puebla tiene complicaciones normales asociadas a la idiosincrasia y naturaleza de cada población, pero aunque el INE no ha establecido puntos críticos desde el pasado 8 de septiembre -cuando inició el proceso electoral- se concretó un sistema de coordinación entre la Secretaría de Gobernación (Segob), Protección Civil, el Ejército Mexicano y La Marina para atender emergencias que pudieran presentarse al momento de los comicios.

Coordinación de seguridad no significa custodiar zonas críticas

Dicho convenio entre autoridades no implica colocar elementos de seguridad o solicitarlos para custodiar las esquinas en alguna comunidad en particular, sino para evitar que ocurra un hecho similar al de Oaxaca y Chiapas cuando en junio de 2015 maestros disidentes impidieron elecciones en algunos lugares de estos estados.

“Fue un caso de excepción que espero que no se repita. En Guerrero también hubo esa problemática”, dijo el consejero nacional del INE al tiempo de señalar que si los capacitadores electorales detectan algún caso en el que requieran solicitar seguridad -por ejemplo en zonas con robo de combustible- las autoridades comiciales locales deberán revisar los puntos críticos.

En junio pasado cuando el huachicol controlaba el Triángulo Rojo, el vocal ejecutivo de la Junta Local del INE, Marcos Rodríguez del Castillo abrió la posibilidad de solicitar seguridad una vez que se instalen las mesas directivas de casillas en las secciones con presencia de ladrones de hidrocarburo.