Fernando Rosales Solís, uno de los incondicionales del ex fiscal Víctor Carrancá Bourget, abandona la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (Fisdai) para integrarse al gabinete de gobierno de Martha Erika Alonso y convertirse en el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Apenas hace dos días Rosales Solís, con 8.9 puntos de calificación, ganó la patente para convertirse en el titular de la Notaría 11 del distrito de Cholula; por lo que se analizaba si esta situación no interferiría con su designación como nuevo titular de la SSP.

Aunque logró la desarticulación de varias bandas dedicadas al secuestro en el estado de Puebla, sobre él siempre pesarán los casos de Atzitzintla, en el que fallecieron tres agentes ministeriales y el del gallero Aduna, quien salió en libertad debido a una débil investigación por parte de dependencia a cargo de Rosales Solís.

De fiscal de secuestros a encargado de la seguridad

Fernando Rosales Solís, abogado de profesión, llegó en 2011 a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la mano del ex procurador y ex fiscal Víctor Carrancá Bourget, para hacerse cargo de la Dirección de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI), hasta el momento en que ésta transmutó en Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto.

Junto con él, también arribó a la PGJ su madre, Celia del Carmen Solís Macías, como directora de la Visitaduría General; esta situación lo llevó a ser acusado de nepotismo, debido a que empezó a designar cargos a sus familiares, a pesar de que ellos no contaban con el perfil adecuado para desempeñar dichas actividades, quitándole la oportunidad a trabajadores que ya contaban con experiencia al interior de la dependencia.

Rosales Solís también ha sido acusado de incrementar sustancialmente su patrimonio, ya que se le ha relacionado con acciones en algunos hoteles y dueño de un jardín para eventos sociales.

Asimismo, el ex fiscal de delitos de Alto Impacto fue barajado como uno de los que podían asumir el cargo de fiscal tras la renuncia de su ‘jefe’ incondicional, Carrancá Bourget; sin embargo, al conocerse la designación de Gilberto Higuera Bernal, esto causó el descontento de Rosales, quien desde un inicio mantenía una relación fragmentada con el nuevo encargado de despacho.

Los pecados de Rosales Solís

Aunque Fernando Rosales Solís tuvo un desempeño ‘aceptable’ durante su paso por la Fisdai, hubo dos casos que dejaron marcada su administración en dicha dependencia; uno de esos fue en marzo del año pasado, cuando tres agentes de la Fisdai fueron ‘levantados’ y ejecutados por miembros del grupo de Roberto de los Santos de Jesús, alias 'El Bukanas’, mientras investigaban un caso de secuestro en el municipio de Atzitzintla.

Estas ejecuciones desembocaron en el Operativo Encrucijada, donde fueron detenidos 87 sujetos por su presunta participación en este caso, la gran mayoría ya obtuvo su libertad luego de que se ‘comprobara’ la siembra de armas.

El segundo caso fue en 2015 en contra del empresario gallero Jorge Aduna Villavicencio, quien fue acusado de privar de la vida a seis sujetos y ‘pozolear’ sus restos en un tambo al interior de una de sus propiedades.

No obstante, Aduna obtuvo su libertad debido a la frágil integración de la carpeta de investigación y a que las pruebas presentadas en su contra fueron obtenidas de forma ilícita, ocasionando que el crimen en contra de seis hombres quedara impune.