Blanca Alcalá se empodera


Apapacha la alcaldesa a su antecesor Enrique Doger frente a Mario Marín.


Blanca Alcalá estableció que la autonomía de su gobierno será intacta, y aseguró que no habrá sumisión o confrontación con las fuerzas políticas ni con el gobierno del estado.


Selene Ríos Andraca / Yonadab Cabrera Cruz

 

Blanca Alcalá Ruiz, en su toma de protesta como alcaldesa de Puebla, se empoderó y ofreció una línea de negociación al Gobierno estatal, en la que estableció que la autonomía del Ayuntamiento no será de confrontación, pero tampoco de sumisión. Refrendando en su discurso la inclusión de las diversas fuerzas políticas en su gabinete como una forma de lograr una paz digna con el marinismo.


Contrario a las presionessufridas de parte del grupo político en el poder, Alcalá Ruiz reconoció el trabajo de “su amigo” y antecesor Enrique Doger Guerrero, al asegurar que recibe una ciudad en marcha, con los mismos problemas que aquejan a las grandes ciudades del país.


La nueva alcaldesa capitalina ofreció una visión de metrópoli y divido en cinco ejes —Desarrollo social integral; desarrollo económico y competitividad; desarrollo urbano sostenible y servicios públicos; gobernanza e innovación y ciudad segura—, sin ocultar que su fuente de inspiración son políticas públicas aplicadas en Barcelona, España y Curitiba, Brasil. 


En su primer discurso como alcaldesa, Alcalá Ruiz solamente hizo dos menciones directas al titular del Ejecutivo y fue para pedirle su colaboración en la creación y ejecución del Consejo Metropolitano de Puebla para evitar los problemas territoriales que sufre la capital con los municipios vecinos: Huejotzingo, San Andrés Cholula, San Pablo del Monte y Amozoc. Así como para solicitarle su respaldo en el mejoramiento de los servicios públicos.


“Con el apoyo del Ejecutivo del Estado instalemos el Consejo Metropolitano de Puebla, diseñado como un espacio de análisis estratégico sobre problemas territoriales, como un punto de encuentro entre nuestros gobiernos para la toma de decisiones en favor de los habitantes que viven en las zonas limítrofes”.


Dejando a un lado su tono dócil y su sonrisa cándida, Blanca Alcalá envió un duro mensaje al gobernador Mario Marín Torres, al asegurar que el Ayuntamiento que hoy encabeza no perderá, bajo ningún motivo, la autonomía de acción y gestión, o en sus palabras: el alma.


“Quiero que este gobierno sea recordado como el gobierno para todas y todos. Demostremos que podemos ser un municipio que puede volverse más próspero sin perder su alma; que podemos ser ejemplo de cohesión social (…) que podemos generar riqueza sin contaminar el aire que respiramos (…)”.


La administración blanquista no tendrá la misma característica que el de Enrique Doger, ya que la alcaldesa estableció que las confrontaciones Ayuntamiento-gobierno estatal  quedaron en el pasado reciente: “Démonos todos los poblanos la oportunidad de ser constructivos; eliminemos la amenaza de la crítica sin propuesta, el riesgo de caminar sin rumbo y sin proyecto o, peor aún, del monstruo de la indiferencia”.


La inclusión de fuerzas políticas que caracterizan a su gabinete, fue refrendado en su discurso al iniciar la conciliación entre grupos y partidos políticos: “Deseo que mi voz llegue a quienes me apoyaron en las urnas y fuera de ellas, pero también a quienes tienen una posición distinta al partido que me postuló (…) Mesura para dialogar con las diferentes expresiones políticas, inclusión para incorporar las distintas voces en la hechura de las políticas públicas y tolerancia para garantizar la libre expresión de ideas y creencias, voluntad en la solución de controversias (…)”.


Otro mensaje claro dirigido al marinismo fue que el triunfo electoral del pasado 11 de noviembre no obedeció a la operación de Javier López Zavala y otros operadores: “Debo decirlo con todas sus palabras: el triunfo no fue de una sola persona, tampoco de unos cuantos: el triunfo es de Puebla y de los poblanos”.


Incluso, por primera vez, reconoció que durante la campaña electoral el ambiente político y social no era el idóneo para los candidatos priistas, debido al escándalo del gobernador Mario Marín Torres por su participación en la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.


Y es que dijo: “El país ha mirado esta elección con una dosis de asombro. No es la primera vez, ni será la última, que los poblanos asombremos a México. En un ambiente de polarización política construimos una campaña de propuestas y de respeto para los ciudadanos. Desarrollamos una campaña blanca, demostramos que se puede regresar a la política su sentido positivo”.

 

Recibo una ciudad en marcha: Alcalá

 

A pesar de la confrontación entre Enrique Doger y Mario Marín de los últimos tres años, Alcalá apapachó a su antecesor, al señalar ante unas tres mil personas que “los poblanos debemos estar orgullosos de lo que hemos logrado. Recibo una ciudad en marcha (…) Sin duda, para seguir avanzando necesitamos reconocer lo realizado por otros gobiernos, pero también reconocer y aceptar, con madurez, que quedan tareas pendientes y la urgencia de abordarlas”.


Alcalá Ruiz hizo una sola deferencia en sus agradecimientos y fue para el ex alcalde capitalino: “Agradezco la presencia de mi amigo, Enrique Doger”.


Sin embargo, Alcalá enlistó los pendientes y las necesidades no solventadas de los capitalinos: “Nuestra zona metropolitana es la cuarta más importante del país; no obstante, pese a este  estratégico lugar las inversiones han disminuido, traduciéndose en un menor ritmo de crecimiento económico y en reducción de los ingresos personales y familiares. Las constantes inversiones y obras de beneficio social han resultado insuficientes para incrementar los niveles de bienestar y para disminuir la pérdida de competitividad, el desequilibrio territorial y el desgaste de nuestra identidad”.


Respetaré la autonomía del Ayuntamiento

 

En respuesta a las acusaciones vertidas por el ex alcalde Enrique Doger Guerrero, quien en reiteradas ocasiones denunció presiones políticas de parte del marinismo, el gobernador Mario Marín Torres comentó: “la primera característica de un buen gobierno es saber dialogar y escuchar a la sociedad para trabajar en la solución de sus demandas”.


En la toma de protesta de Alcalá, Mario Marín se comprometió a respetar la autonomía del Ayuntamiento y en colaborar sin faltarle el respeto a las decisiones de Blanca Alcalá.


“El gobierno estatal comparte el propósito común de colocar a nuestro ciudad en los primeros lugares del ranking nacional, por ello les expreso ahora mi mayor disposición para trabajar coordinadamente y alcanzar juntos con la sociedad la ciudad moderna que todos anhelamos”, puntualizó Marín.

 

 

 


 
 
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