Viola normas de SCT la concesión a OHL  
     El nuevo esquema de concesiones de la Federación exige licitación pública antes de firmar contratos 
	    El gobierno del estado ha demostrado una protección sin precedentes a favor de OHL, debido a que la firma española ha tenido que participar en licitaciones para ganar otras obras en México, como es el caso de la autopista Amozoc-Perote. Más aún, el nuevo tramo carretero no forma parte de los proyecto de concesión que ha autorizado la SCT federal para 2008. 
           Efraín Núñez Calderón  
            
              
            El  gobierno de Mario Marín violó el nuevo esquema de concesiones de la SCT federal al adjudicar de  manera directa a la constructora OHL el libramiento norte de Puebla, debido a  que la dependencia establece que este tipo de contratos deben ser licitados y  una vez adjudicados, los acuerdos se deben regir bajo la normatividad del  gobierno de la República.  
             
              Más  aún, el nuevo tramo carretero no forma parte de los proyecto de concesión que  ha autorizado la SCT  federal para 2008, a pesar de que se trata de un tramo que debe de ser regulado  por la dependencia al conectarse a dos tramos que están bajo su jurisdicción.  
             
              El  gobierno del estado ha demostrado una protección sin precedentes a favor de OHL,  debido a que la firma española ha tenido que participar en licitaciones para  ganar otras obras en México, como es el caso de la autopista Amozoc-Perote.  
             
              OHL,  actualmente se disputa con las firmas ICA e Ideal —de Carlos Slim Helú— la  construcción, conservación y explotación del Viaducto Bicentenario en el Estado  de México, vía elevada en la que ha propuesto cobrar el peaje más barato de las  tres empresas: 26 pesos con 31 centavos por el recorrido de 22 kilómetros,  mientras que en el libramiento norte de la ciudad de Puebla cobrará una cuota  de entre 30 y 40 pesos por el recorrido de 32 kilómetros en una  vialidad sin elevaciones. 
             
              En  su portal de internet, la SCT  federal establece que todas las concesiones “deben ser otorgadas mediante  licitación pública”, además de que la concesión se otorga al licitantes que “solicite  el menor apoyo económico del gobierno” o en su caso si los proyectos “no  requieren recursos públicos la concesión se otorgará al licitante que cumpla  con los requisitos legales, técnicos y financieros de la licitación y ofrezca  mayor contraprestación a la SCT”.  
             
              Como  el propio gobernador Mario Marín lo reconoció, la construcción, mantenimiento y  operación del libramiento norte de Puebla, no se sometió a concurso. Más aún,  ni siquiera se consultó otras propuestas de constructoras de gran importancia a  nivel nacional como ICA e Ideal.  
             
              Peor  aún, a pesar de que Valentín Meneses Rojas, secretario de Comunicaciones y  Transportes (SCT) aseguró que su dependencia será la normativa para esta obra,  hasta el momento se desconoce si se creará un seguro de riesgos o un fondo  presupuestal, en caso de que la empresa no cumpla con los parámetros de la construcción.  
             
              Pero  no es todo, ya que el nuevo esquema de concesiones de la SCT federal establece que es  la dependencia la que entrega a los concursantes el proyecto ejecutivo y el  derecho de vía liberado, por lo que la empresa ganadora tiene que trabajar  sobre dicho esquema. 
             
              Asimismo,  es la dependencia federal, y no la firma, la que fija las tarifas medias  máximas y las reglas para su actualización. 
             
              En  el caso del libramiento norte de Puebla, ni el proyecto, ni la tarifa del peaje  que será cobrado en la carretera, han sido determinados por la autoridad, sino  por OHL, empresa con la que acordó el gobierno del estado en completo sigilo  para “evitar que el contrato se viniera abajo”. 
             
              El  tema de la licitación es de vital importancia para la SCT federal en el rubro de  concesión de carreteras, pues en éste, la dependencia establece que la  adjudicación de la obra será para el “licitante que cumpla con los requisitos  técnicos, económicos y jurídicos y solicite la menor suma de la aportación  inicial y el valor presente neto del compromiso de aportación subordinada”.  
             
              Por  esta razón OHL ha ofrecido en otras licitaciones el precio más bajo con  relación a otras empresas competidoras. En el caso del libramiento norte de  Puebla, el gobierno del estado le ha dado capacidad discrecional a la empresa  para fijar las tarifas que mejor le convenga a sus intereses. 
             
              Al  no seguir el esquema planteado por la Federación, el gobierno del estado corre el  riesgo de que si OHL incumple con el contrato, no tenga elementos jurídicos  para poder reclamar las omisiones y peor aún, que la carretera se quede a  medias.  
             
              Y  es que el esquema de concesiones de la   SCT plantea el nombramiento de un segundo lugar en la  licitación, el cuál se otorgará a la empresa que presente una mejor propuesta  después de la elegida, y la cual ocupará “el lugar de la primera en caso de  incumplimiento”.  
              
            OHL, sí licita obras  
            en otros estados 
             
            A  diferencia de Puebla, donde sus intereses son protegidos por el gobierno  marinista, la firma española OHL está acostumbrada a participar en licitaciones  para competir con otras firmas nacionales y extranjeras para obtener  concesiones.  
             
              En  la actualidad, OHL forma parte de los concursos para la construcción,  mantenimiento y operación de otros tramos carreteros de relevancia en el país.  
             
              En  el caso del Viaducto Bicentenario del Estado de México, OHL se disputa con ICA  e Ideal la concesión de la obra e incluso, ha presentado las propuestas más baratas.  
             
              Mientras  ICA propuso cobrar una tarifa de dos pesos 97 centavos por kilómetro recorrido;  Ideal propone un peso 94 centavos por kilómetro recorrido y OHL propone cobrar  un peso y cuatro centavos por recorrido de cada kilómetro. 
             
              Sin  embargo, la tarifa en el libramiento norte de Puebla será superior a los 30  pesos, según la versión de la SCT  local. Esto quiere decir que el recorrido por cada kilómetro en esta vía será  mucho más caro al que pretende cobrar OHL en el Viaducto Bicentenario. Es  decir, la cuota por transitar un kilómetro en la carretera poblana puede ir del  peso con seis centavos al peso con 30 centavos —si la cuota es de 40 pesos— o  al peso con 60 centavos —si la tarifa es de 50 pesos—. 
             
              El  periódico Excélsior publicó el 22 de  junio de este año las tarifas presentadas por las constructoras a las  autoridades mexiquenses para el Viaducto Bicentenario de 22 kilómetros: ICA, 75  pesos y 14 centavos; Ideal 49 pesos con 8 centavos y OHL Concesiones México, 26  pesos 31 centavos. 
              
            El libramiento norte no ha  
            sido autorizado por la SCT  
             
            En  el apartado Nuevo Esquema de Concesiones, la SCT presenta un listado de las carreteras que ha  entregado en el nuevo esquema de concesiones, sin embargo, en éste no aparece  el Arco Norte de Puebla, con lo que se evidencia que el proyecto no ha sido  validado por la dependencia, a pesar de que debe ser la normativa en estas  obras.  
             
              Por  si fuera poco, la SCT  federal tiene programadas concesiones en las que no aparece el Libramiento  Norte. En cartera de proyectos hay dos vialidades de Puebla, las cuales, no  forman parte del Plan Estatal de Desarrollo del gobierno de Mario Marín: La Cuapiaxtla-Cuacnopalan  y el Libramiento Sur de Puebla.  
             
              En  el primer caso, se planea una inversión de mil 450 millones de pesos por 74  kilómetros, mientras que en el Libramiento Sur de Puebla, un tramo carretero de  45 kilómetros de longitud, se prepara una inversión de mil millones de pesos.  
             
              En  el eje de Competitividad y Progreso para Todos del Plan Estatal de Desarrollo,  uno de los objetivos es “negociar e impulsar la construcción del Libramiento  Norte, con dirección a la ciudad de México”. 
             
              Aunque  la obra se menciona en eje rector del marinismo, no se establece la forma, ni  las instancias ante las cuales se “negociará” y se “impulsará” dicha obra. 
             
              Por  si esto no fuera poco, en el Plan Estatal de Desarrollo, no se contempla la  construcción de la carretera Atlixco-San Martín Texmelucan, otra obra que sin  licitación de por medio, será concesionada a OHL. Tampoco planea la  construcción de la carretera Atlixco-Ciudad de México, la cual será construida  bajo el mismo esquema.  
              
             
            Divorcio con la  
            agenda nacional   
             
            Tras  resaltar que su partido también pedirá la comparecencia ante el Congreso del  estado de Valentín Meneses Rojas, secretario de Comunicaciones y Transportes,  para que explique los pormenores del contrato con OHL, el diputado panista  Manuel Janeiro Fernández cuestionó que la agenda carretera del gobierno de  Mario Marín esté divorciada de la que tiene el gobierno federal.  
             
              El  legislador destacó que no es válido justificar la ausencia de una licitación  argumentando que la inversión es netamente privada, es decir que no hay  recursos del erario, pues dijo que a final de cuentas la carretera prestará un  servicio público: 
              “Estamos  hablando de la prestación de un servicio público. Debe haber licitación. Si la SCT federal utilizara el mismo  criterio para la realización de las obras ¿qué pensarían los diputados  federales priistas? No lo estarían avalando (…) Vivimos un virreynato donde el virrey  establece lo que se hace sin consultar a nadie (…) Esto evidencia el divorcio  con la agenda nacional en materia de obra pública.”  
             
              Manifestó  que las empresas locales han demostrado ser exitosas en la realización de obra  pública, una razón más para abrir una licitación pública: “El libramiento norte  de la ciudad de México lo están haciendo empresas mexicanas (…) Aquí se  privilegia al manejo de la información a favor de un particular —OHL—.” 
             
              Por  último confió en que los propietarios de las tierras por donde pasará esta vía  vendan a los precios justos y no sean engañados por quienes adquirirán dichos  terrenos.  
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