El obstáculo que detuvo la enorme carrocería de un tráiler no fue un objeto o un neumático averiado, como supuso el chofer, sino un motociclista que quedó prensado entre las llantas del transporte de carga, luego de que lo embistió otro auto.
Pedro "N", de 45 años, conducía el transporte de carga con 15 toneladas de leche sobre Calzada Ermita Iztapalapa, con dirección a Tlalpan.
Proveniente de la calle Francisco Pascual García se incorporó a dicha vía, al tiempo que un motociclista, de unos 25 años, quien portaba su casco y traje de protección avanzó a unos metros del tráiler.
Según testigos, en ese momento otro auto -un Volkswagen- dio vuelta a la izquierda para intentar incorporarse a otra calle justo cuando pasaba el motociclista, a quien embistió.
El joven cayó y derrapó varios metros; su cuerpo y la moto fueron alcanzados por las llantas traseras del tráiler, que lo arrastró por más de 30 metros.
Pedro miró por su espejo retrovisor y observó que una pequeña fumarola comenzó a salir de los neumáticos detuvo la marcha.
Era el humo que provenía de la motocicleta que comenzó a incendiarse, luego de la fricción con el pavimento. Con la ayuda de extintores, comerciantes de la zona corrieron para rociarlo y apagar el fuego, para después comprobar que el cadáver de la víctima yacía presado entre las llantas.
Sobre el arroyo vehicular quedó tirado el casco de protección y esparcidos los restos de la motocicleta.
Elementos de Protección Civil y bomberos llegaron al sitio para realizar maniobras con equipo especial y rescatar el cuerpo de la víctima. Después de tres horas de labores lograron rescatar el cuerpo del joven.
En tanto, el chofer del tráiler fue llevado a la agencia correspondiente para deslindar responsabilidades.
