A Tzurumútaro, Michoacán, cada año asisten al panteón municipal los familiares de los difuntos para realizar su ofrenda tradicional del Día de Muertos.
En la localidad indígena existe la costumbre que el primer año de muerte se realiza un convivio familiar previo a la visita a los panteones, posteriormente se dirigen a colocar las ofrendas donde destacan elementos como el arco que simboliza el portal por donde llega el difunto, se colocan alimentos y flores de cempasúchil, explicó Rosa Salvador, indígena de la región.
“Toda la familia viene el primer año y los años siguientes les arregla uno aquí el panteón”, expresó.
Pozole, mole, corundas, chocolate, mezcal y algunas otras comidas típicas de Michoacán es lo que usualmente colocan en las tumbas durante los días 1 y 2 de noviembre.
La creencia de los indígenas es que, durante la madrugada, las ánimas bajan a visitar sus tumbas mientras ellos –a pesar de las bajas temperaturas– velan toda la noche para acompañar el regreso de sus muertos.
Turistas nacionales y extranjeros visitan los cementerios de la zona lacustre de Michoacán atraídos por el colorido de las ofrendas y adornos.
Corporaciones policiacas de los tres ámbitos de gobierno efectuaron un operativo en las zonas más visitadas del estado.
