Y de inmediato se preguntan unos a otros, ¿ahora qué les doy de comer?

Esto, en medio de un ambiente de incertidumbre por lo que puede venir y que se avizora más difícil.

¿Para dónde jalar?

¡Todos fallan!

Hasta el banco de ilusiones se descapitaliza por tantas promesas incumplidas que saquean las reservas de ilusiones de cada mexicano que no vive del erario en donde hay prestaciones de todo tipo, sobre todo si se goza de una posición dentro de los primeros círculos del poder.

En el día día, hasta las recomendaciones del señor Cornejo son desechadas, ante el monedero vacío por un encarecimiento escandaloso a partir del “gasolinaza” de cada mes.

¿Qué película nos falta ver a los mexicanos?

¿Qué nos sobra?

El encarecimiento generalizado, la amenaza de un mayor encarecimiento según confesión de los que producen que juran que tendrán que repercutir el nuevo esquema fiscal en el costo del producto que resultará más caro al consumidor final, inevitablemente el 2014 desde hoy se perfila como un reto pesado, difícil y hasta inquietante.

Los que producen de inmediato anuncian que irremediablemente buscarán ampararse en contra de este esquema recaudatorio que sigue cargando el peso entre los mismos contribuyentes cautivos, a lo que el secretario de Hacienda anticipa que no se cruzará de brazos a esperar los amparos, porque la Procuraduría Fiscal de la Federación está lista para dar seguimiento a los juicios.

Por lo que cabe la pregunta, ¿se podrá avanzar en este país cargando el peso de juicios y pugnas jurídicas entre las autoridades y los contribuyentes?

Y queda claro que ante el rechazo a las disposiciones, la promoción de los amparos será una práctica generalizada en contra del poderoso que hoy lamentablemente es fortalecido por el voto de una fracción de la pulverizada izquierda que con esta actitud fortalece la posición y a la corriente de AMLO, el líder que ya no tendrá que hacer mucho para sumar ríos de seguidores.

Usted, ¿qué opina?

Esta dispuesto a trabajar para mantener proyectos que sólo benefician a unos cuantos que se la juegan a costa de enriquecer a verdaderos ejércitos de desempleados, hambrientos, desesperados y sobrevivientes de la cadena de crisis recurrentes que los ha mantenido en la raya del caos.

Y no es pregunta, es sólo inquietud en los tiempos por venir.