Un ajuste de cuentas es lo que investiga la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en torno al atentado registrado el pasado viernes en contra de un elemento de la Policía estatal que fue baleado con armas de alto poder a unas cuadras de las instalaciones de la corporación, según lo confirmó el fiscal metropolitano de Puebla, José Carlos Proal Díez de Urdanivia.

De acuerdo con el fiscal, el elemento de la corporación, Alberto Castro Martínez, regresaba de su domicilio después de participar en un operativo implementado por la Policía estatal, por lo que no descartó que se trate de una venganza. “Podría ser una venganza, podría ser alguna situación que estamos investigando en este momento”, declaró el funcionario estatal.

Detalló que al finalizar el operativo el elemento arribó a su domicilio para bañarse y después trasladarse a las oficinas de la corporación y entregar sus armas de cargo. Sin embargo, fue sobre la 5 Oriente entre 14 y 16 Sur donde fue interceptado por tres sujetos desconocidos a bordo de una camioneta Lincoln color blanco, desde donde detonaron armas R-15 en más de 40 ocasiones.

Señaló que con ayuda de las cámaras de vigilancia de la zona, lograron definir que los sujetos eran de complexión robusta, altos y todos con barbas de candado, datos que ya fueron integrados en la averiguación previa para ampliar las investigaciones en torno al caso.

Por su parte, el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Juan Sánchez Zarza, informó que el policía herido ya fue dado de alta del ISSSTEP y se encuentra a disposición de la PGJ para ampliar las declaraciones sobre lo ocurrido.