Un estudio realizado entre gemelos idénticos, demostró que los fumadores son propensos a desarrollar bolsas debajo de los ojos y arrugas alrededor de la boca mucho antes que aquellos que no son fumadores.
Los jueces que participaron en el estudio para identificar cual de los dos gemelos fumaba, ignorando por completo la verdad sobre el gemelo fumador, determinaron que el gemelo que fumaba, en un 57 por ciento de los casos, lucía mayor que él que no lo hacía. El patrón se mantuvo incluso, cuando ambos fumaban, sin embargo, uno de ellos lo había hecho durante más tiempo que el otro.