La ciudad de Copenhague es muy abierta en cuanto al uso de drogas en toda la región de Escandinavia con más de 8 mil usuarios en un radio de 2.5 kolómetros.
Hace un año, luego de un cambio en las legislaciones locales, fue instalada la primera "habitación de drogas" en Copenhague; lugares limpios y seguros, donde los adictos pueden inyectarse o ingerir drogas.
Ya son 3 habitaciones como estas en todo el país, la última acaba de ser inaugurada en Aarhus, segunda ciudad más grande de Dinamarca.
"Estamos ofreciendo un entorno limpio para los adictos de larga duración y hemos descubierto que con eso tienden a acceder a otros servicios sanitarios en la zona", explica Ivan Christensen, director de la "casa de las drogas" en la capital de Dinamarca.
Para Ivan, son incontables las vidas que se han salvado gracias a la implementación de estas habitaciones, aunque se han reportado sobredosis, asegura que en sus instalaciones ningún adicto a perecido.
Las autoridades de la ciudad indican que la problemática de las adicciones no se solucionará metiendo a los adictos a la cárcel.
"Tienes que dialogar con ellos para meterlos en las habitaciones de la droga y que reciban ayuda", advierte Kaj Majlund, vice superintendente en jefe.
"Me da vergüenza inyectarme en la calle. Alguien que pasa no tiene por qué ver mi problema. Por eso es genial tener un lugar al que ir. Y me siento segura aquí", afirma Louise Hultman, adicta de 23 años, que desde hace 8 consume drogas duras.
Pero en Dinamarca no es el único lugar donde se han istalado "casitas para drogos", Suiza fue pionera en los años 80's y luego llegaron a España, Alemania, Noruega, Canadá y Australia.
Aunque en Dinamarca portar drogas es ilegal, en casos como los de estos adictos la Policía tiene un proceder distinto, pues no se trata de traficantes.
