Las temperaturas más suaves que se registran este invierno en Holanda han animado a los participantes a formar parte de este evento, que se repite cada 1 de enero, informó el diario “De Telegraaf”.
La temperatura ambiente ascendía a unos 8 grados y, la del agua en la costa, a unos 7,5, por encima de la media en esta época del año, aunque la sensación térmica dentro del agua cae a unos 3 grados.
Los atrevidos participantes que desafiaron al frío portaban en su mayoría traje de baño y gorros naranjas.
El tradicional chapuzón de Año Nuevo se ha reproducido en otros lugares de Holanda, aunque el más emblemático es el que se celebra en la playa de La Haya.
