Marcelo Deda, gobernador del estado brasileño de Sergipe y aliado de la presidenta Dilma Rousseff, murió el lunes tras una larga lucha contra un cáncer gastrointestinal. Tenía 53 años.
Militante del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) desde 1981, Deda estaba en su segundo periodo como gobernador de Sergipe, el estado más pequeño de Brasil, cuando se agravó el cáncer que cobró su vida.
Deda, abogado de formación, se separó de su cargo en mayo para internarse en el Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo donde se le aplicó quimioterapia, pero no logró recuperarse y murió en ese centro médico.
“El cielo acaba de ganar una estrella más, Marcelo Deda voló en las alas de una quimera", escribió la familia del fallecido gobernador en su cuenta de Twitter.
Rousseff también expresó su dolor por la muerte de su aliado y amigo personal.
“Brasil y el estado de Sergipe perdieron hoy a un gran hombre", escribió la mandataria.
“Yo perdí a un gran amigo, de aquellos de horas buenas y malas. Deda era capaz de recitar poesía, inclusive las propias, con la fuerza de un gran artista y la naturalidad de un improvisador. Al mismo tiempo era capaz de mejorar una discusión con una lógica intocable", agregó.
Deda se inició en la política en su estado natal en la década de 1970 como dirigente estudiantil, cuando conoció al entonces líder sindical Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del PT y ex presidente de Brasil.
Entró al partido a principios de la década de 1980 y ayudó a consolidarlo en su estado, en el que fue electo diputado estatal, diputado federal y alcalde de la capital estatal Aracajú. En 2006 ganó la elección para gobernador de su estado y fue reelecto en 2010.
Su cargo será ocupado por su vicegobernador, Jackson Barreto. Casado en segundas nupcias, Deda deja cinco hijos.
