Tuesday, 16 de April de 2024


Barbosa y Aureoles: responsabilidad en Guerrero




Escrito por  Javier Arellano Ramírez
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El tema de Iguala ha rebasado al Estado mexicano.

El gabinete peñista tuvo que encender todos los focos rojos ante las repercusiones internacionales que simplemente lo desbordaron. El gobierno que se oferta ante el orbe como el “gran transformador”, el “histórico reformador” aparece ante el mundo como el país de la barbarie y el horror inenarrable.

 

 

En las fosas de Iguala no sólo se sepultaron a decenas de personas, sino también los reconocimientos que Luis Videgaray Caso y la política financiera mexicana recibieron en tribunas de primer mundo.

 

 

EPN: fuerte discurso que contrasta con débiles acciones

 

 

Iguala detonó efectos internacionalesdevastadorespara la política peñista. Pero el mandatario hasta el momento ha actuado de manera pusilánime.

 

 

Aunque Peña Nieto señaló la “debilidad institucional” en algunas zonas, fue hasta su discurso el viernes 10, en la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) celebrada en Aguascalientes, cuando el ejecutivo federal dio un manotazo en la mesa, por lo menos de palabra:

 

 

“Es inaceptable que en un Estado democrático de derecho, como México, pueda haber localidades con vacíos de autoridad y, peor aún, con vínculos de complicidad entre gobernantes y delincuentes.

 

 

”Ante los dolorosos e inaceptables hechos de violencia en contra de jóvenes estudiantes en el Municipio de Iguala, Guerrero, el Gobierno de la República está asumiendo su responsabilidad para esclarecer el caso, y hacer que los culpables, todos los culpables, materiales e intelectuales de estos actos inhumanos y de barbarie, respondan ante la ley”.

 

 

El fuerte discurso contrasta con los raquíticos resultados que muestra el aparato federal.

 

 

Aguirre Rivero sigue despachando en Casa Guerrero; María de los Ángeles Pineda Villa y su esposo el edil José Luis Abarca tienen encima a toda la estructura de Seguridad Nacional, pero aún no son localizados; los mandos de la célula “Guerreros Unidos” siguen sosteniendo su postura con públicas amenazas.

 

 

Entonces, ¿en dónde queda el discurso presidencial?

 

 

Aguirre Rivero: entre el cinismo y la desesperación

 

 

Por su parte Ángel Heladio Aguirre Rivero llegó a su límite. Ya no tiene adonde ir. Ha caído en actitudes y declaraciones que reflejan una deleznable frivolidad llevada a niveles de cinismo y desesperación.

 

 

Arremeter contra las “opinotecnócratas del centro del país” (léase todos aquellos que opinan que debe ser destituido); convocar a una consulta realizada por el Instituto Nacional Electoral; luego solicitar un referéndum estatal, para encontrarse con una respuesta de estricta naturaleza jurídica: la Constitución Política del estado de Guerrero no contempla la figura del referéndum revocatorio, por lo que sus declaraciones son mera demagogia.

 

 

Fue como la reacción de Marcelo Ebrard cuando retó a Miguel Ángel Mancera a un debate por las anomalías en la línea 12 del metro.Una respuesta desarticulada, sin sustento, que solo refleja su ya conocido cinismo, pero en una fase desesperada.

 

 

Es el espectáculo de un político que se hunde en su propio miasma.

 

 

La violencia no se detiene en Guerrero, al contrario

 

 

La violencia no se ha detenido en Guerrero.

 

 

Al contrario “Guerreros Unidos” ha lanzado reiteradas amenazas en las que exige, sí esa es la palabra, exige la liberación de los policías municipales detenidos y advierte que dará a conocer los nombres de funcionarios coludidos con su estructura criminal.Pero no sólo eso, también amenaza con nuevos ataques armados.

 

 

Para esta célula criminal nada ha cambiado, el “levantón” masivo de normalistas fue un ejercicio más, pero están dispuestos a proseguir su bestial espiral de violencia.

 

 

Pero no son solo “Guerreros Unidos”.

 

 

Apenas ayer lunes 13, el periodista José Guadarrama de “El Universal” presentó reportes de inteligencia de la “Comisión Nacional de Seguridad”, el órgano que coordina las labores de la Secretaría de la Defensa, de la Marina, Procuraduría General de la República y Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

 

 

El resultado va más allá de lo imaginable; en el territorio de Guerrero cohabitan diez organizaciones criminales, cuatro cárteles formales y seis células delictivas. El grupúsculo autodenominado “Guerreros Unidos” sólo es uno de esos diez narco-sindicatos que operan en la entidad.

 

 

Por su parte un grupo de la guerrilla que durante décadas se mantuvo en silencio salió a la luz para advertir que iniciará accionesarmadas en contra de los narcos.

 

 

El “Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente” ERPI emergió de las sombras para ir contra “Guerreros Unidos” al tiempo que declaró “a la Corriente Nueva Izquierda del PRD como cómplice de los hechos del 26 de septiembre del 2014” refiriéndose a“los Chuchos” que cada día se hunden en un mayor descrédito moral.

 

 

Otras versiones aseguran que el “Ejército Zapatista de Liberación Nacional” EZLN podría sumarse en acciones de apoyo al ERPI.

 

 

Movimientos guerrilleros que durante años permanecieron en silencio, se levantaron al unísono, en una semana.

 

 

Pero la descomposición de Guerrero va más allá de lo visible.

 

 

La entidad tiene 81 municipios y sólo se está investigando a uno: Iguala, pero es claro que las redes criminales se extienden más allá de esa ciudad que tiene poco más de 140 mil habitantes; es decir, es una de las principales poblaciones del estado, pero hay otras comunidades donde el sometimiento de ediles al Crimen Organizado es total, absoluto.

 

 

Apenas hace unas horas se reveló que el alcalde de Chilpancingo Mario Moreno Arcos sostiene vínculos con la célula criminal llamada “Los Rojos”.

 

 

En este momento Guerrero es responsabilidad del Congreso de la Unión

 

 

Está claro que Ángel Heladio Aguirre Rivero no piensa dejar la gubernatura. No importa que ayer lunescientos de manifestantes tomaran el Palacio de Gobierno y sitiaran el Congreso donde sostuvieron un acre choque con policías estatales.

 

 

No importa que se sigan descubriendo fosas con decenas de cuerpos y el país se levante en un clamor de justicia, Aguirre no cejara en su cinismo e irresponsabilidad.

 

 

La ingobernabilidad absoluta de Guerrero solo se podrá apaciguar cuando el Congreso de la Unión ejerza sus facultades constitucionales para decretar la “Desaparición de Poderes” en la entidad.

 

 

El asunto debe quedar en manos de las Cámaras alta y baja a través de sus líderes Miguel Barbosa Huerta y Silvano Aureoles Conejo.

 

 

La violencia desbordada, la descomposición política y policiaca, la impunidad con que se conducen lo mismo el gobernador, que presidentes municipales coludidos con el Crimen Organizado, obligan inexorablemente a una injerencia externa y esta sólo puede venir del Congreso de la Unión.

 

 

Diputados y Senadores deben proceder desde la Comisión Bicameral creada para el caso Iguala a decretar la “Desaparición de Poderes” en Guerrero.

 

 

Es la única vía para sosegar el proceso electoral que se acerca, de lo contrario, la jornada será imposible.

 

 

Hoy está claro que el escenario guerrerense hace parecer a Michoacán como un parque de diversiones.

 

 

Como siempre estamos a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.

 

 

 

 

 

 

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