Tuesday, 07 de May de 2024


¿En el 2015 el PRI poblano renacerá?




Escrito por  José Zenteno
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En las elecciones del 2015 donde se espera una participación menor al 40 % de la lista nominal del estado de Puebla, las estructuras electorales adquieren mayor relevancia. Esto ocurre porque el PRI tiene identificados a sus electores duros, los que siempre votan por ese partido, y los candidatos priístas pagan cada elección para llevarlos a sus casillas e incluso para que voten. Digamos que es una fuente casi fija de votos que en condiciones normales no alcanza para ganar, salvo en elecciones de poca participación ciudadana. Veamos algunos datos.

En las 11 elecciones locales y federales que han ocurrido en el estado de Puebla desde 1998 hasta 2013, el PRI promedia 715 mil votos por elección. En 2003 el PRI ganó 10 de los 15 distritos electorales federales con apenas un total de 511 mil votos, es decir, 204 mil votos menos del promedio de votación que normalmente obtiene. En 2009 el tricolor ganó los 16 distritos electorales federales del estado con 582 mil votos totales, pero 133 mil votos por debajo de su promedio. Recordemos que en esas elecciones federales intermedias del 2003 y 2009 solo votaron el 37.5 % y el 38.1 % de los electores inscritos en la lista nominal, respectivamente. En esas elecciones el PRI era oposición a nivel nacional pero gobernaba el estado, mientras que el PAN gobernaba la Presidencia de la República.

¿Qué puede pasar en 2015 en Puebla? Las condiciones han cambiado significativamente, el PRI está de regreso en la Presidencia de la República pero el PAN gobierna el estado. Lo más probable es que ocurra un escenario similar al de 2003 donde el PRI gana distritos del interior pero pierde la capital y algunos más de la zona conurbada. Sin embargo, conviene advertir que no porque uno lo diga así ha de ocurrir, en el camino hay muchas variables que se acomodarán de maneras que hoy no se pueden prever. En alguna medida el resultado dependerá de quienes sean los candidatos (la cuota de género puede influir) y de cuanto interés tenga el gobernador Moreno Valle de jugar su capital político en contra del presidente Peña Nieto.

Lo que sí se puede advertir es un escenario complicado donde los priístas se enfrentarán a ellos mismos, a las promesas incumplidas y a las necesidades insatisfechas de miles de familias poblanas que no encuentran respuestas en el trabajo del gobierno federal. El PRI ha venido perdiendo apoyo electoral en el estado; en 2010 obtuvo 883 mil votos con una participación del 57.2 % de la lista nominal, en 2012 fueron para el PRI 855 mil votos con el 63.3 % de participación y en 2013 obtuvo 827 mil votos con una participación del 56.4 %. Esto demuestra que en elecciones con participación electoral superior al 55 %, la rentabilidad de ese partido se ha venido reduciendo a un ritmo de 30 mil votos por elección. Los votantes del PRI decrecen en tanto que la lista nominal se incrementa porque no puede ganar simpatizantes entre los electores “switchers” o independientes, quienes suelen abstenerse de votar y cuando sufragan prefieren otras opciones distintas al tricolor.

Otro dato interesante es el número de votantes de cada partido como proporción de la lista nominal, este indicador es la base real de votantes de los partidos. En las 11 elecciones desde 1998 hasta 2013, el PRI promedia una base de votantes del 21.5 %, el PAN 17.1 % y el PRD 8.4 %. En las 3 últimas elecciones el PRI y el PAN mantienen proporciones similares, mientras que el PRD aumenta su base ayudado por el efecto AMLO del 2012. Con estos datos concluimos que ninguno de los dos partidos grandes opositores al PRI lo superan en votos, esto significa que no han consolidado una base electoral suficientemente fuerte para ganar de manera independiente. Este dato será de suma importancia para las elecciones de gobernador en 2016, asunto que abordaremos en otra entrega.

El comportamiento electoral a nivel regional en el estado de Puebla presenta algunos patrones que nos pueden ayudar a anticipar el resultado de las próximas elecciones. Los datos que a continuación voy a exponer los obtuve de analizar las últimas 4 elecciones federales:

El PAN obtiene proporcionalmente mayor cantidad de votos en los 4 distritos de la capital con respecto a los electores inscritos en la lista nominal de esos distritos que en cualquier otra zona del estado, y pierde proporcionalmente más votos en las zonas de la Mixteca con 3 distritos (Izúcar, Tehuacán y Ajalpan) y Citlaltépetl con 2 distritos (Serdán y Tepeaca). Los 3 distritos metropolitanos (Cholula, Atlixto y Texmelucan) aportan proporcionalmente la misma cantidad de votos al PAN de la que tienen en su lista nominal.

El PRD no tiene diferencias significativas entre su porcentaje de votos y el porcentaje de electores de cada zona del estado. Por lo tanto la izquierda no es relativamente más o menos competitiva en una región que en otra, salvo en la zona de Citlaltépetl donde se observa un leve incremento proporcional de votantes.

El comportamiento del voto priísta es muy contrastante. La competitividad del PRI aumenta conforme se aleja de la zona metropolitana de la capital del estado; en la Sierra Norte (Huauchinango, Zacatlán, Teziutlán y Zacapoaxtla), la Mixteca y Citlaltépetl tiene proporcionalmente más votos, mientras que en los distritos de la Capital y Zona Metropolitana obtiene menos votos con respecto a la proporción de electores en dichas zonas.

En conclusión. La lógica y los números indican que el PRI puede ganar de 8 a 11 distritos en 2015, ¿si eso ocurre significaría que ganó la confianza de los poblanos? Creo que no. Una cosa es obtener una mayoría de distritos con una minoría de votantes y otra muy distinta es perfilarse como partido ganador en elecciones donde la sociedad muestra verdadero interés de participar.

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