Thursday, 25 de April de 2024


¿Cuál guerra por el 2015? ¿Qué futuro incierto para Moreno Valle si perdiera Madero?




Escrito por  Jesús Ramos
foto autor
Las carcajadas que se avienta Rafael Moreno Valle cuando lee a los críticos que futurizan en 2015 un encontronazo entre él y el presidente Enrique Peña Nieto, por las diputaciones federales, deben ser grandes. Grandes y con las manos sosteniéndose el estómago y los ojos rebosantes de lágrimas burlonas. Basta observar (con seriedad) el entorno político en el que han navegado los dos mandatarios, desde hace meses, para darse cuenta que no existe ningún elemento que haga suponer que el año entrante serán enemigos.

En las llamadas reformas estructurales que el ejecutivo de la nación ha enviado para ser aprobadas por el Congreso del Estado de Puebla Moreno Valle se ha convertido en su principal operador. La decisión del mandatario poblano de apostar por Gustavo Madero, ni lo dude, pasó por el entendimiento de Peña Nieto. Y el ataque frontal, estructural y por entero de Moreno Valle contra el panismo conservador del país debe tener el consentimiento presidencial.

 

 

Acá en Puebla los priistas, de abajo, creen que la decisión tardía de relevar a Pablo Fernández del Campo se debe en gran medida al escrutinio microscópico de un líder estatal con las agallas suficientes para encarar y enfrentar al morenovallismo. De risa. Eso se piensa acá, porque en la política nacional tienen estilos distintos de hacer las cosas, saben que sin tiros y sombrerazos se puede obtener lo mismo que con ellos; si este año fueron aliados del gobernador de Puebla por qué no serlo el año que viene.

 

 

Quienes leen y piensan que con una eventual derrota de Gustavo Madero en la dirigencia del PAN a Moreno Valle se lo chupa la bruja, se va al hoyo, se le ahuyenta el angelito o finalizan sus sueños presidenciales se equivocan. Se olvidan por entero que no es panista y si no es panista, puede ser candidato de otros partidos, incluido el Panal. Y, en el peor de los escenarios, aunque Madero se fuera al precipicio, no tenga duda que seguirá conservando su buen entendimiento y relación con Peña Nieto.

 

 

¿En qué argumentos se basan los analistas políticos para avizorar un enfrentamiento entre ellos para 2015? No existen. Peña y Moreno Valle son amigos. Son aliados. Los dos trabajan para llevar, hoy por hoy, a Gustavo Madero a la presidencia nacional del PAN. Y si lo logran serán más amigos que nunca. Y si no lo logran también. Las elecciones federales de 2015, cuando menos en Puebla serán de mentiras. Presidente y gobernador jugarán juntos porque nada hay que haga suponer lo contrario.

 

 

El procedimiento priista de renovación de dirigencia estatal es un engaño, una farsa, un circo romano donde quién releve a Fernández del Campo realmente no tendrá una importancia determinante en la obtención de triunfos distritales. Esto no es nuevo, por supuesto que lo sabe el PRD con sus izquierdas, el PT con sus charros, el Panal con sus pajecitos, el verde con sus chambelanes y el resto de los partidos satélites. El año entrante no habrá ninguna guerra y sí muchos acuerdos entre el presidente y el gobernador.

 

 

 

 

 

 

Valora este artículo
(0 votos)
comments powered by Disqus