Una batalla de magnitudes que pocas veces haya librado nuestro país, un parteagüas histórico del que saltarían a los grandes escenarios de la patria los actores que atendieron al llamado y por qué habríamos de negar en nuestra transparente idiosincrasia, también un eterno momento que saborear en el recuerdo como el día en que enfrentamos y vencimos al más fuerte.
Sucedió en Puebla, la puebla de corazón indígena con todos sus nobles sinónimos por sombrero, la ofensiva de un pueblo negado a someterse a un trato de colonia, la batalla de Negrete, Díaz, Zaragoza.
La historia del ataque y defensa del Fuerte de Loreto y del Fuerte de Guadalupe, es conocida (Ver un documento monográfico de la batalla) . ¿Pero quiénes la idearon y forjaron a puño y espada?
LOS HIJOS DEL 5 DE MAYO
GENERAL IGNACIO ZARAGOZA
Encabezó la defensa mexicana frente a la ofensiva francesa encabezada por Carlos Latrille, mejor conocido como el Conde de Lorencez.
Nacido en el entonces departamento mexicano de Texas, siempre se consideró él mismo un neoleonés por adopción.
Enlistado como soldado en las Guardias Nacionales del estado, su carrera ascendió durante la Guerra de Reforma hasta convertirse en General del Ejército Mexicano y, con el triunfo de los liberales, en Ministro de Guerra del Presidente Benito Juárez.
Atrincherado en Puebla para hacerle frente al ejército francés, siempre supo dar ímpetu y valor a sus hombres. México era una incipiente realidad como nación soberana, y lo recordó a sus tropas el 4 de mayo de 1862, en la víspera de la batalla, cuando reuniéndolos en la Plaza de San José les dijo:
Soldados, os habéis portado como héroes combatiendo por la Reforma. Vuestros esfuerzos han sido siempre coronados por el éxito. Hoy vais a pelear por un objeto sagrado, vais a pelear por la Patria y yo os prometo que en la presente jornada conquistaréis un día de gloria. Vuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México. Soldados, leo en vuestras frentes la victoria y la fe. ¡Viva la independencia nacional! ¡Viva la patria!"
GENERAL MIGUEL NEGRETE
Es considerado por algunos historiadores como el verdadero héroe de la Batalla de Puebla. Durante la Guerra de Reforma participó del lado de los conservadores. Sin embargo, cuando la nación se vio invadida, se acogió a la amnistía que el Presidente Benito Juárez extendió a todos sus antiguos enemigos, incorporándose así a las filas republicanas.
El 5 de Mayo estuvo al mando de las fuerzas que defendían el Cerro de Guadalupe, recibiendo el peso del principal asalto francés.
En el primer ataque, cuando los zuavos confiados ascendían la pendiente, los mexicanos aguardaron hasta que el General Negrete levantó su gorra como señal para hacer fuego.
Las nutridas descargas sorprendieron a los franceses, quienes después de hacer alto y responder por algunos minutos, retrocedieron con graves pérdidas.
GENERAL PORFIRIO DIAZ
Militar valiente de origen oaxaqueño, Díaz llenó su nombre de gloria con una destacada participación durante el 5 de Mayo.
Colocado con su Brigada de Oaxaca en la Ladrillera de Azcarate, uno de los últimos edificios de la ciudad, rechazó tenazmente al final de la batalla un ataque hecho por la Infantería de Marina francesa.
El 5 de mayo, el político oaxaqueño y otros militares intervinieron en la Batalla de Puebla, Díaz defendió el ala izquierda de la ciudad, y rebatió en dos ocasiones el ataque francés.
En un principio, retirándose en buen orden, los marinos franceses pronto se vieron huyendo en pánico perseguidos por los Lanceros de Oaxaca. Tan precipitada fue su huida, que muchos galos tuvieron que arrojar sus mochilas para poder correr más aprisa de la caballería mexicana.
Jesús González Ortega y Porfirio Díaz se dieron a la tarea de perseguirlos, hasta que Zaragoza se los impidió.
GENERAL FELIPE BERRIOZABAL
Político, ingeniero, Ministro de Guerra y Marina; General de división. Sirvió de 1849 hasta el 1900 con lealtad en el Ejército mexicano, Felipe Berriozábal participó en la Primera intervención estadounidense en México, la Guerra de Reforma y la Segunda Intervención Francesa en México y formó parte de los gobiernos de Benito Juárez y Porfirio Díaz. Nacido en Zacatecas, Zacatecas, en 1827, realizó como ingeniero el proyecto hidráulico de canalización del Río Lerma. Durante la Revolución de Ayutla participó con los liberales bajo las órdenes del general Plutarco González. Durante la Guerra de Reforma, el general Santos Degollado lo nombró coronel de caballería auxiliar y más tarde ascendió a general de brigada.
Las crónicas históricas de la Batalla de Puebla narran que el general Zaragoza hizo avanzar al general Felipe Berriozábal a paso veloz entre las rocas y situándolo entre la hondonada que divide Loreto y Guadalupe. Mientras que el general Antonio Alvarez, con su brigada protegía la izquierda de los reductos. Los franceses continuaron su avance, colocando sus baterías frente a Guadalupe y devuelviendo el fuego mexicano que nacía de aquella posición. Los "zuavos" (regimiento de infantería francesa) ascienden hacia el Fuerte de Guadalupe, perdiéndose de la vista de los fusileros mexicanos y de repente, aparecieron frente al Fuerte de Guadalupe, rompiendo fuego de fusil sobre la columna, que paró en seco ante el fuego mexicano. En ese instante, el general Felipe Berriozábal dio la bienvenida con bayoneta a los zuavos, quienes se retiraron hasta ponerse fuera de tiro.