¿Quiénes asesoran a los aspirantes a gobernador? ¿Quiénes les indican cuándo hablar o cuándo callar?
Estas interrogantes vienen a cuenta por el silencio distante, frío, seco que mostraron todos los aspirantes a Casa Puebla durante la pasada temporada navideña y de fin de año.
Desde el punto de vista de la mercadotecnia política, era el momento idóneo para un spot en video que se hiciera circular a través de las redes sociales.
“Apreciadas familias poblanas… en estas fechas de unidad, paz y armonía, a nombre de mi esposa (o esposo) y mis hijos les queremos hacer llegar nuestros mejores deseos de dicha”, y bla, bla, bla… en fin, las peroratas cursis que los viejos políticos sabían manejar de manera magistral.
Pero en esta época depolíticos express huecos y vacíos, que sólo atienden las indicaciones de sus jefes-gurús ni siquiera saben hacer uso de la melcocha.
La pasada temporada de diciembre fue la prueba fehaciente de la incapacidad en materia de comunicación de Blanca Alcalá Ruíz, Tony Gali Fayad, Enrique Doger Guerrero y Alberto Jiménez Merino, entre otros.
Hace unas semanas el periodista Alejandro Mondragón entrevistó a Javier Sánchez Galicia, sin duda, el mayor experto en marketing político que tiene Puebla. Ahí el asesor abundó que estamos en la etapa de los símbolos; las personas ya no usan palabras, ni frases, simplemente se comunican con “emoticones”, caritas con expresiones emocionales. Concluía el mercadólogo que los políticos y sus asesores deben buscar generar, provocar emociones en el electorado; ya que esa es la finalidad de una estrategia de comunicación.
Tal parece que los “políticos” locales nunca han buscado asesores en el ramo. Transmiten una elocuente imagen de frialdad, pasividad, apatía e indiferencia. Y la prueba fue la pasada temporada decembrina.
En este contexto, en horas recientes se dio a conocer una encuesta de la empresa Parametría que claramente le da una ventaja a Tony Gali por encima de Blanca Alcalá y más aún de Enrique Doger.
No debe descartarse el uso faccioso y tendencioso de la encuesta; el uso mediático de estos estudios es tan añejo como los sondeos mismos; pero por todo el estado es clara la indolencia que muestran los aspirantes priistas.
En 1998 Melquiades Morales Flores obtuvo un arrollador triunfo en una consulta interna. Pero el día en que los priistas fueron a las urnas se consumó una trayectoria de 30 años de campaña. El hombre de Santa Catarina Los Reyes trabajó durante décadas un entramado de relaciones, amistades, compadrazgos, alianzas que lo llevó a Casa Puebla, por encima de la animadversión de un aguerrido Manuel Bartlett Díaz.
Fue el resultado de décadas de trabajo, pero hoy los nuevos políticos se van de vacaciones y ni siquiera dejan los spots grabados.
Esta es la triste realidad local. En otras entidades como Veracruz, Oaxaca o Hidalgo, los aspirantes trabajan a tambor batiente. No dejan horas vacías, mucho menos días huecos. Saben que cada minuto cuenta.
Pero en Puebla estamos en presencia de contiendas light, muy lejanas de una verdadera batalla.
Como siempre, quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.