Thursday, 28 de March de 2024

Viernes, 04 Septiembre 2015 02:44

¿Volver al viejo ritual presidencialista?




Written by  Gabriel Sánchez Andraca

Don Jesús Zambrano, el actual presidente de la Cámara de Diputados, ex dirigente nacional del PRD y en su juventud, guerrillero allá en Chihuahua, sorprendió al proponer, con motivo del tercer informe del Presidente Enrique Peña Nieto, que el presidente vuelva a presentarse en vivo y en directo, ante los diputados y senadores, para este propósito.

 


Claro, suponemos, no se propone volver al viejo ritual que no se acostumbra en ninguna parte del mundo y que aquí se denominaba “el día del Presidente”. Eso se acabó porque en una ocasión, con Fox en el poder y ya a las puertas del Palacio Legislativo para entregar el documento, se le impidió la entrada.

 

Para evitar esas muestras de inmadurez de nuestros flamantes diputados, se estableció la entrega del informe a través del secretario de Gobernación, el primero de septiembre de cada año y un mensaje político dado por el jefe del Ejecutivo, el día 2, desde Palacio Nacional. Y así se ha hecho.

 

Si usted lee periódicos o escucha noticieros radiofónicos o ve los noticieros televisivos, se dará cuenta que ya nada es como antes; que si anteriormente los informes presidenciales recibían los más encendidos elogios, ahora hay más criticas, y hasta denuestos, más que alabanzas.

 

Los ciudadanos de este país, están hartos de los viejos rituales costosos e innecesarios. Quieren y exigen mayor claridad en las acciones de gobierno.

 

Que el presidente esté presente ante diputados y senadores, para responder cuestionamientos o para que lo regañen los furiosos representantes de la derecha o de la izquierda, si el mandatario es priista o los diputados del PRI y de la izquierda, si el presidente es panista, no pasa de ser un espectáculo para lucimiento de ciertos protagónicos, en busca de reflectores.

Incluso esa ceremonia de la entrega del informe y lo del día siguiente, el mensaje político, como que ya no interesa mucho.

 

El mensaje presidencial del miércoles, por ejemplo, pocos lo vieron y escucharon y las críticas a lo dicho por el jefe del Ejecutivo, no se hicieron esperar. Empezaron en los momentos en que terminó el mensaje y han continuado y no sólo políticos han cuestionado lo dicho por el mandatario, sino expertos y observadores de cuestiones políticas y económicas.

 

Ya nadie cree en los políticos, en los partidos y en los funcionarios de gobierno. En realidad, los informes nunca han tenido credibilidad para el ciudadano común.

 

El primer objetivo que deben plantearse nuestras autoridades de todos los niveles, es el de recobrar la confianza de la ciudadanía. Si no hay confianza, todo lo demás sale sobrando.

 

Y la confianza se ha perdido en primer lugar, por el alto grado de corrupción que existe en nuestra clase gobernante y en segundo lugar, por su ineficiencia en la solución de los problemas que el país confronta. Entonces, los políticos deben esforzarse para ser menos corruptos, y decimos menos, porque decir que dejen de serlo, es casi imposible, y ser más eficientes en el desempeño de su encargo. La gente, el ciudadano de a pie, exige resultados, no buenos y floridos discursos.

 

Nos comentaba ayer un conocedor del PAN, partido que a muchos les parece raro por el comportamiento de sus dirigentes y miembros con la prensa en general, a la que eluden, excepto cuando se trata de atacar al PRI, que la lucha interna sigue, pero que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, en la pasada reunión nacional, salió fortalecido con la actual dirigencia de Ricardo Anaya.

 

Nos decía que los que se han debilitado internamente, son el senador Ernesto Cordero, jefe del grupo calderonista y ex secretario de Hacienda y el senador poblano Javier Lozano Alarcón. Su debilitamiento es tal, que se han quedado sin grupo y sólo se representan a sí mismos, aunque la esposa del ex Presidente, Margarita Zavala, tiene ya una posición bien ganada por cierto.

 

Borre usted de la lista de aspirantes a la minigubernatura, al diputado Víctor Manuel Giorgana Jiménez. Al ser elegido para coordinar a los diputados federales de Puebla, sus posibilidades de obtener la candidatura priista, se reducen al mínimo.

Es posible que la ratificación de Juan Carlos Lastiri, como subsecretario de la importante Secretaría de Desarrollo Social, también le reste posibilidades de llegar a la candidatura.

 

La política es así, y es natural, pues el candidato para gobernar a Puebla sólo debe ser uno y hay actualmente once aspirantes. Se tienen que ir acotando este exceso en la forma más decorosa posible y esa es la de asignarles alguna función importante, como coordinar a los diputados federales priistas o ser ratificado en un cargo importante de una secretaría importante, como es el caso de Lastiri.

 

Alberto Jiménez Merino y Juan Manuel Vega Rayet, siguen como delegados de dos importantes secretarías, pero también como aspirantes a la candidatura priista.

 

Los demás, están en la raya: “Trabajando Manuel, trabajando”.

 

 

 

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