Está claro que el mundo ha entrado en crisis, a raíz de la imposición de dicho modelo por el presidente estadounidense Ronald Reagan y la primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher, la famosa “Dama de Hierro”.

Es un sistema que se ha visto en todos los países que lo han adoptado, que concentra la riqueza en pocas manos, aumenta la pobreza y el desempleo, además de que deteriora el medio ambiente, es decir, es un sistema inhumano.

Grecia, España, Portugal, Italia, en Europa y México, Chile, Perú, los países centroamericanos, también son muestra de ello.

El llamado capitalismo salvaje es injusto, inhumano y depredador. A sus “sumos sacerdotes” sólo les interesa sacar el mayor provecho económico para las grandes empresas, sin importarles el drama humano que provocan en amplios sectores de la población. El neoliberalismo va por la privatización del agua, de la energía eléctrica, del petróleo, del gas. Va por el control de la producción y comercialización de alimentos, contra la educación popular y contra el otorgamiento de servicios médicos y sociales a las grandes masas.

Apoya sólo a la educación superior, en la medida que sirva a las empresas privadas.

Lo que le interesa, es tener una masa de trabajadores con bajos salarios y sin prestaciones sociales. Se han eliminado las jubilaciones, siendo sustituidas por el sistema de ahorro para el retiro, que nunca alcanza para que el trabajador reciba una pensión digna. En fin, el neoliberalismo ha aumentado y sigue aumentando el número de pobres y ha eliminado los apoyos para los productores del campo, so pretexto de que en Estados Unidos se producen los alimentos básicos que el país necesita, en cantidades muy superiores a las nuestras y a precio mucho más bajo. Tal sistema, además, pretende limitar la atención médica a enfermedades comunes, eliminando la atención de males crónicos y degenerativos, por tener tratamientos costosos.

El neoliberalismo económico que desde Carlos Salinas sustituyó a la política económica mixta en México, de contenido social, que siguieron los gobiernos revolucionarios mexicanos a partir de Lázaro Cárdenas, ese neoliberalismo es el responsable del desempleo, del bajo crecimiento económico y del considerable auge de la extrema pobreza.

Si el modelo no se cambia, la irritación social, la violencia y la inseguridad, que se perciben por todas partes, continuarán, hasta que —ojalá y nunca ocurra—, se presente un estallido social de grandes dimensiones.

Hay en México diversas organizaciones, principalmente, campesinas y obreras, que se han percatado del problema y que tratan de que el gobierno haga las correcciones necesarias.

La CNC, que es la central campesina de origen priista y las centrales obreras, como la CTM y la FROC-CROC, han expresado en diferentes ocasiones su rechazo a la política económica neoliberal impuesta por la tecnocracia priista y continuada con gran entusiasmo, por los dos regímenes panistas, pero están muy acotadas y su lucha se concreta a algunas declaraciones.

Ayer nos llegó una información del Consejo Nacional Agropecuario, en la que se afirma que espera encontrar la amplitud de criterio que siempre han tenido los diputados de todos los partidos para tratar temas relativos al campo, que acepten modificar y ajustar algunos de los programas que permitan continuar con el dinamismo y crecimiento del sector agropecuario y pesquero, sectores que promueven el crecimiento del país, la inversión, el ahorro y el empleo.

Ojalá y los señores de ese consejo, no pequen de optimismo.

Por otra parte, la delegación de Sagarpa en Puebla, recibió un apoyo por un total de 350 mil pesos en insumos, para apoyar a los habitantes de 116 colonias de la periferia urbana de Puebla, a fin de incrementar la producción doméstica de algunos alimentos que contribuyan a la economía de los hogares de esa zona del nororiente de esta capital, produciendo verduras y hortalizas como lechugas, rábanos, coliflor, chile, jitomate, etc.

Se entregaron 37 módulos para producción en maceta, 50 módulos para la producción en cama biointensiva y 29 módulos hortícolas en miniinvernaderos rodantes.

Hace unos días, en Nueva York tuvo lugar la Cumbre Internacional de Derechos Humanosy un joven poblano, Francisco Javier Carrasco Romero, asistió como delegado, tenido una magnífica intervención.

Ha regresado a Puebla sólo para despedirse de sus amigos, pues a partir del 21 de este mes empezará a trabajar, allá en Nueva York, como secretario particular del cónsul de México en asuntos políticos y económicos.

La dirección de Jóvenes y Derechos Humanos, sección Puebla, que preside, quedará en manos de Antonio Bueno, como interino.