Tuesday, 23 de April de 2024

Martes, 22 Septiembre 2015 01:43

Más vale tarde que nunca




Written by  Gabriel Sánchez Andraca

Desde este espacio, estuvimos advirtiendo de la injusticia que se cometía con ese luchador social de casi 90 años, que desde 2013 había sido encarcelado por supuesta invasión a terrenos, que según decían, eran propiedad privada.

 


Se demostró legalmente que éstos eran propiedad del Gobierno Federal, pero ni aun así, por esos trámites burocráticos largos y tediosos, Delfino Flores Melga fue puesto en libertad.

 

Desde aquí, pedimos que en razón de su edad se le concediera el beneficio de la detención domiciliaria, durante el tiempo que durara el proceso, pero ni la dirigencia perredista pudo hacer nada, ni los grupos independientes que apoyaban a Delfino lo lograron.

 

No era la primera vez que Flores Melga había sido detenido por iguales motivos: la invasión de tierras para desarrollar proyectos de vivienda popular en beneficio de la gente pobre, tampoco era la primera vez que se demostraba que los terrenos eran propiedad federal y no privada.

 

Delfino no era ningún tonto y cuidaba mucho los detalles, principalmente ese de que los terrenos fueran propiedad de la nación y no de particulares.

 

La prisión nunca espantó a ese viejo luchador social. Es más, siempre fue tratado con consideración por los presos, entre los que hizo grandes amigos. A la cárcel iba feliz y salía feliz.

 

Pero la última vez, según nos comentaban sus amigos, se le notaba decaído. Nosotros pensamos que por la edad, pero según se determina ahora, estaba enfermo de insuficiencia renal o de alguna infección peligrosa, que nunca fue atendida médicamente en forma conveniente, según la Comisión de Derechos Humanos del Estado.

 

Para colmo, se cayó de la litera donde dormía y sus males empezaron a agravarse.

 

Las señoras de avanzada edad, quienes se turnaban para visitarlo y llevarle alimentos, nos informaron de que sufría una fuerte depresión.

 

Un día amaneció muy mal y los del servicio médico del reclusorio lo enviaron al Hospital General, donde finalmente falleció.

 

El que la Comisión de Derechos Humanos haya llegado a la conclusión de que hubo negligencia en el tratamiento médico que se le dio y que eso fue la causa de su muerte, es una conclusión tardía, que ya ni siquiera da lugar a ejercer un castigo contra los funcionarios del penal, pues ya no trabajan ahí.

 

Pero bueno, como dice el dicho, “más vale tarde que nunca”. Y que sea la Comisión de Derechos Humanos de Puebla la que afirme lo anterior, es un verdadero triunfo. Lástima que eso ya no pueda devolver la vida al buen Delfino, pero seguramente desde donde esté, se alegrará de que su muerte ponga en aprietos a las autoridades.

 

La mejor época de Flores Melga, en su labor en beneficio de los pobres como él, un humilde albañil, fue en los tiempos del gobernador Mariano Piña Olaya, de quien puede decirse que fue su amigo y lo apoyó en los proyectos que le presentó, a favor de los habitantes de las dos colonias que formó.

 

Renunció a su militancia en el Partido de la Revolución Democrática, pero nunca dejó de ser de izquierda.

 

Falleció en Junio de 2014, a los 89 años de edad, por negligencia de las autoridades del penal, que no le brindaron la atención que requería, según dice la Comisión de Derechos Humanos. A un año y meses después de su muerte, se reconoce eso.

 

Y a propósito del PRD, la dirigente estatal de dicho partido, Socorro Quezada Tiempo, nos informa que la noticia dada a conocer ayer por periódicos locales, en el sentido de que la alianza entre PRD y PAN será decidida por la dirigencia nacional, no es correcta.

 

Lo que pasa, es que los periodistas, tal vez por el tiempo, se retiraron antes de que la reunión del Consejo concluyera, dijo.

Efectivamente, señala la dirigente perredista, hubo una intentona de quitar atribuciones al Consejo Estatal para la toma de decisiones en las alianzas partidistas, pero ese intento fue revertido al final.

 

De manera general, el PRD puede tener alianzas con los partidos de izquierda, fue el acuerdo, y excepcionalmente con el PAN.

 

Las alianzas entre el PRD y el PAN, deberán ser acordadas entre el Consejo Estatal del estado de que se trate, en este caso Puebla, y el Consejo Nacional. Es decir, en ningún caso habrá una imposición de la dirigencia nacional a las estatales.

 

Si las cosas fueran como dicen que fueron acordadas, el PRD, que por el surgimiento de Morena ha perdido a una importante parte de su militancia y de sus simpatías entre la ciudadanía, seguiría en caída.

 

El partido de la Revolución Democrática daría muestras de ser antidemocrático y autoritario, sobre todo en eso de imponer alianzas con un partido totalmente contrario, en ideología, en declaración de principios y en programa de acción, al partido representante de la derecha.

 

Eso y algunos comportamientos de autoridades de origen perredista, como el del caso Iguala en Guerrero, con los 43 normalistas desaparecidos, no hablarían nada bien de ese partido.

 

No se olvida que el Ayuntamiento igualteco era perredista, y que el gobierno de Guerrero también

 

 

 

 

 

 

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