Friday, 26 de April de 2024

Miércoles, 14 Octubre 2015 02:49

No hubo paro nacional de maestros




Written by  Gabriel Sánchez Andraca

El llamado de la Sección 22 de la CNTE, para llevar a cabo el lunes 12 de octubre un paro nacional y una concentración de maestros en el Distrito Federal, fracasó.


La llamada “mega marcha” que tendría lugar en la capital del país, apenas logró reunir, según informe de la prensa de la capital, poco más de mil maestros.

 

En Oaxaca, donde la CNTE tiene su mayor fortaleza, sólo se reportaron afectaciones en el 35 por ciento de las escuelas, pero ahí se realizaron once bloqueos a carreteras, a centros comerciales y a la zona del aeropuerto Benito Juárez.

 

Otras entidades con presencia de la CNTE, son: Michoacán, donde funcionó normalmente el 70 por ciento de las instituciones educativas de enseñanza básica; el estado de Chiapas, donde la inasistencia de los mentores sólo afectó al 5 por ciento de los planteles y Guerrero, donde la afectación fue del 7 por ciento, según datos de la SEP.

 

En Tabasco hubo enfrentamiento entre maestros y policías con un saldo de tres heridos.

 

En el resto del país, entre ellos el estado de Puebla, todo transcurrió con normalidad, las escuelas funcionaron sin problemas.

 

El secretario de Educación, Aurelio Nuño, confirmó, como ya había advirtido, que se descontará el día a los maestros faltistas y quedarán despedidos los que falten a clases sin causa justificada, tres días en un mes.

 

Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo, durante una gira realizada en San Luis Potosí, que la Reforma Educativa seguirá adelante y no habrá vuelta atrás.

 

La tozudez de la dirigencia de la Sección 22 de la CNTE, de oponerse a la Reforma Educativa propuesta por el gobierno, combatiéndola con manifestaciones, plantones y paros y hasta con agresiones a edificios públicos, lo único que va a lograr, es que avance la educación privada, como ya está ocurriendo en Oaxaca.

 

En ese estado suriano, la CNTE tuvo a su cargo lo que en Puebla se llamaría Secretaría de Educación del Estado, por más de dos décadas y convirtió a la mencionada dependencia, ahí llamada Instituto de Educación y Cultura del Estado, en una organización política que llevó a la educación oaxaqueña a los últimos lugares del país.

 

La educación en manos de una organización sindical y fuera del control del gobierno estatal, fue un fracaso, tanto, que ante los numerosos paros de labores en las escuelas públicas, avanzó la educación privada en cantidad de alumnos y de nuevos planteles.

 

La cerrada oposición a la llamada Reforma Educativa, no ha podido ser explicada convenientemente por los dirigentes de la CNTE, porque su estrategia no es la de exponer argumentos convincentes en contra de dicha reforma, que algunos califican de reforma laboral y no educativa, sino hacer ruido, hacer escándalo mediático, realizar actos de presión política para someter al gobierno a sus designios, como tenían sometido al gobierno oaxaqueño, no de ahora, sino desde hace varios lustros.

 

Para sus movilizaciones y para el manejo de los mentores de esa entidad, contaban con el presupuesto educativo estatal, que manejaban a su antojo.

 

Durante meses, estuvieron acampados en el Zócalo de la ciudad de México y luego en la Plaza de la República (donde está el Monumento a la Revolución) miles de maestros oaxaqueños que recibían puntualmente su sueldo sin trabajar y hasta bonificaciones extraordinarias de acuerdo a su comportamiento a favor de su organización sindical.

 

El Gobierno Federal por su parte, también ha tenido actitudes de cerrazón, provocadas tal vez por las mismas actitudes en la oposición, sin razonamientos válidos, que los líderes sindicalistas han venido esgrimiendo.

 

La iniciativa privada de México, es decir, los grupos empresariales, han aprovechado el problema, para incidir en la política educativa gubernamental.

 

Los gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, siempre han tenido una política educativa apegada a los principios del liberalismo mexicano: gratuita, nacionalista y laica.

 

Llegó el neoliberalismo de Carlos Salinas de Gortari y los gobiernos del PRI entraron en un proceso de “derechización”, que continuaron con especial entusiasmo los dos gobiernos panistas y que sigue el actual gobierno priista.

 

El viernes 9 de octubre, el secretario de Educación del país, Aurelio Nuño Meyer, tuvo una reunión con los dirigentes del llamado sector privado, el Consejo Coordinador Empresarial, Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y el organismo que los empresarios han formado para incidir en la educación en México, llamado “Mexicanos Primero”.

 

En la reunión mencionada, el secretario de Educación, Nuño Meyer, afirmó que “el sector empresarial ha sido fundamental para continuar con la aplicación de la reforma educativa”.

 

El presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Alejandro Ramírez, reconoció, dice el informe, que la SEP ha retomado muchas recomendaciones de “Mexicanos Primero”, organización de la cual el señor Ramírez, es vicepresidente, que desde el 2012 publicó un documento titulado Ahora es Cuando, en el que se fijan las metas, de acuerdo a los empresarios, para mejorar la calidad educativa.

 

Entonces, preguntamos nosotros, ¿dónde están los doctores en pedagogía, los especialistas en problemas y asuntos educativos que la SEP paga y paga bien, en calidad de consejeros? ¿Dicha secretaría ya no cuenta con un consejo consultivo especializado en educación pública mexicana?

 

Hay un dicho que dice: “En política, lo que parece es”.

 

Y lo que parece es que el gobierno mexicano está entregando o ya entregó la educación pública al sector privado. Y lo peor del caso es que nadie parece estar enterado de esto, y menos los líderes de la CNTE, que han quedado fuera de la realidad al seguir convocando a paros, a manifestaciones y a cierre de carreteras y aeropuertos.

 

En 1961, Puebla sólo contaba con una universidad pública y ninguna privada. “Vino el remolino y nos levantó” y en 1972, la UAP fue gobernada por el Partido Comunista Mexicano que con el lema de “Universidad Democrática, Crítica y Popular”, inició una transformación en la máxima casa de estudios del estado, que no produjo ni médicos, ni abogados, ni ingenieros o arquitectos, comprometidos con su estado, su país y con los poblanos y mexicanos menos favorecidos.

 

Los egresados de la UAP, ahora BUAP, fueron barridos de los puestos públicos que ahora ocupan profesionales egresados de universidades privadas en su inmensa mayoría.

 

En el 2015, Puebla cuenta con más de cien universidades, la inmensa mayoría de ellas de tipo privado y unas cuantas universidades públicas que en su mayor parte producen “técnicos universitarios” es decir, no alcanzan el grado de licenciatura.

 

¿Qué va a pasar con la educación mexicana cuya privatización parece ya estar en marcha?

 

Con dirigentes magisteriales como los de la CNTE, dentro de 50 años la educación gratuita, laica y nacionalista, será un vago recuerdo.

 

 

 

 

 

 

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