Por abuso de autoridad fue denunciado el Secretario General del Ayuntamiento, José de Jesús Sánchez Núñez y dos elementos viales, ante la Dirección General para la Atención de Delitos Relacionados con Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), que quedó bajo la carpeta de investigación 87/2015/DGSP.

El afectado, José Óscar “P”, narró en entrevista que presentó la denuncia el pasado 27 de octubre, luego de que el 25 de ese mismo mes, a las 3:00 de la mañana circulaba sobre la Avenida Hidalgo en su auto Ford Fiesta, y al llegar frente al Centro Escolar de manera violenta se le atravesó una patrulla, por lo que tuvo que frenar para evitar un accidente.

De la patrulla Volkswagen Jetta con número 19225 bajaron dos elementos de vialidad municipal, a quienes el afectado identificó como Lucía Leonardo y un agente más del que desconoce su nombre, pero lo describió como una persona de tez blanca de 1.75 de estatura y que padece de estrabismo de un ojo. Los agentes le pidieron sus documentos argumentando que conducía en estado de ebriedad.

Esta acusación la desmiente el afectado en su denuncia en el que da cuenta que los uniformados le solicitaron la cantidad de dos mil pesos para dejarlo que se fuera y al no acceder, lo despojaron de su auto y le entregaron la infracción. Asegura que no le hicieron la prueba del alcoholímetro ni fue llevado a un centro médico para que lo valoraran y determinaran qué grado de alcoholismo supuestamente tenía. 

Y tras acudir a preguntar a cuánto ascendía la infracción que iba a pagar, el denunciante habló con el Secretario General del Ayuntamiento, José Sánchez Núñez, ante quien se quejó de la mala actuación de los elementos, exponiéndole que lo querían extorsionar con dos mil pesos para dejarlo ir.

Pero lejos de encontrar una solución, el funcionario lo agredió verbalmente y de manera burlona le dijo: “mira zángano, de alguna manera tenemos que sacar recursos para hacer obra”.

“En un inicio pensé que estaba bromeando al hablarme así y le pregunté que si sus policías tenían la capacitación necesaria para desempeñar sus funciones, y esto bastó para que se enfureciera y me dijera que eso a mí me valía madres, que ahí él mandaba y para que se me quitara daría instrucciones para que se me aplicara una sanción alta”, explica el denunciante.

Después de ello, pese que el juez calificador había establecido una multa por dos mil pesos, el funcionario municipal la elevó a 3 mil 575 pesos.