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Entre porras, vítores y reclamos de justicia, el cementerio municipal del barrio de Jesús Tlatempa recibió el cuerpo de Ricardo Cadena Becerra, el joven cholulteca que fue ultimado con un balazo en la nuca por el subdirector de la Policía municipal de San Pedro. A mitad del sepelio, la abuela del muchacho sufrió un desmayo, mientras la madre se despedía de manera emotiva de su hijo, de quien destacó que pese a padecer epilepsia trató de llevar una vida normal.
La resignación no llegó para la familia del joven. Su padre insiste que el asesinato de Ricardo Cadena no fue un accidente, sino un homicidio doloso, por lo que pide mantener la demanda de una investigación clara para evitar que el policía Jaid Mothe salga libre.
El féretro blanco salió de la que fue su última morada en la colonia Momoxpan poco después del mediodía de este martes para dirigirse a una iglesia cercana y llevar a cabo la misa de cuerpo presente, donde los familiares rompieron en llanto a pesar de haber permanecido con aparente calma desde la noche del domingo, cuando las autoridades entregaron el cuerpo tras realizar la necropsia, la cual confirmó la herida de bala en el cráneo.
Amigos de juegos de la infancia y compañeros de clase del bachiller Sara María Basave de Toxqui, donde Ricardo cursaba el tercer grado, acompañaron a la familia desde el lunes, cuando el cuerpo fue velado en un patio aledaño a su casa, se encontraban ahí también parte de sus pertenencias como una bicicleta y una patineta, actividades predilectas del joven.
Aunque la familia sabe que Jaid Mothe Hernández ya ha sido presentado ante un juez de lo Penal y está en espera de recibir un resolutivo que defina su situación legal como responsable del homicidio de Ricardo, su madre, Guadalupe Becerra, afirma que debe de darse un castigo ejemplar al sujeto que fungía como subdirector de la Policía municipal de San Pedro, pero que “eso no le regresará a su hijo”.
“Quiso hacer una vida normal pese a sufrir de epilepsia”
Minutos después de las 14 horas, una multitud que abarcaba toda la calle llegó al cementerio municipal del barrio de Jesús Tlatempa junto con el ataúd que contenía los restos mortales de Ricardo, el cual era cargado por los amigos del joven cholulteca y su hermano Jonathan de 15 años, quien estuvo en la persecución policiaca de la noche del sábado donde “su carnal” perdiera la vida y él fuera detenido por grafitear una barda, sin que estos cargos fueran comprobados.
Durante el entierro, la abuela de Ricardo sufrió un desvanecimiento pues la mujer ha permanecido en vela y al pendiente del caso de su nieto desde la madrugada del domingo, cuando les notificaron de la muerte, situación que dijo “es peor sabiendo que fueron esos policías que supuestamente están para cuidarnos los que se llevaron la vida de mi nieto”.
La madre de Ricardo, en el sepelio, pidió justicia para su hijo, pero también realizó una emotiva despedida enfatizando que se llevaron una parte importante de la familia, pues a pesar de que el adolescente padecía epilepsia, trató de llevar una vida normal, aunque con restricciones en actividades deportivas o de un gran esfuerzo físico.
Al paso que los sepultureros arrojaban tierra sobre el ataúd blanco, los deudos y seres queridos lazaban flores al sepulcro y gritaban “justicia para Ricardo, que esto no quede impune”, consignas que eran emuladas en pancartas multicolores que empuñaban sus compañeros de clases y primos.
En unas breves palabras para CAMBIO, Fernando Cadena, padre de los hermanos Cadena Becerra, mostró su preocupación para que las investigaciones no se vuelvan turbias pues a pesar de que está detenido, desconfía de que Mothe Hernández se haya entregado voluntariamente y cree que podría existir “una negociación para que sea homicidio imprudencial y no culposo”.
Esto luego de que tras entregarse a las autoridades, el subdirector que mató al joven y presunto grafitero, argumentó que los hechos fueron accidentales y que se trató de un forcejeo cuando se le disparó su arma, hecho que no concuerda con los resultados de la necropsia y el lugar de la herida pues ésta fue en la nuca y de manera vertical.