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Ante una futura crisis energética en el mundo, agotamiento de las reservas de petróleo y calentamiento global, en la BUAP se han desarrollado propuestas sustentables y económicas que pueden convertirse en protagonistas del porvenir mexicano en esta materia, afirmó Griselda Corro Hernández, investigadora del Instituto de Ciencias de la BUAP, durante su participación en el Foro sobre Retos y Oportunidades de la Sustentabilidad Energética en México.
Dos de estas propuestas han sido creadas por la científica universitaria, quien al participar en la mesa Alternativas sobre el Futuro de la Energía en México, explicó el proceso electrocatalítico que diseñó para producir biodiesel a temperatura ambiente, a partir de aceites residuales de cocina, con pequeñas cantidades de electricidad obtenida mediante paneles solares. Es decir, un método que con materias primas de bajo costo y mediante procesos baratos y amigables con el medio ambiente, sirve para la producción de un combustible que cumple con los estándares de calidad internacional.
Su biodiesel constituye una alternativa viable para enfrentar los retos en materia energética en el país, pues representa un ahorro significativo en costos de producción y materias primas.
A diferencia de la producción de combustible convencional, que tiene un costo energético de 16 kw/hora, el biodiesel desarrollado por Corro Hernández no tiene costo de energía. Además, el aceite residual de cocina, materia prima de este combustible, tiene un valor aproximado de 80 centavos, muy por debajo de los precios del crudo.
De esta forma, en la BUAP se propone un biocombustible alternativo que además de ser confiable y amigable con el medio ambiente, cumple con las normas internacionales de calidad y representa bondades económicas, pues su valor es de 2 pesos, mientras que la gasolina 13 pesos, aproximadamente.
“Factores limitantes del desarrollo”
Al señalar que uno de los factores que limitan el desarrollo de una nación es la falta de abastecimiento de recursos naturales, Ygnacio Martínez Laguna, titular de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la BUAP, señaló que la sustentabilidad energética debe ser una política incluida en los planes de desarrollo.
Al inaugurar el Foro sobre Retos y Oportunidades de la Sustentabilidad Energética en México, realizado por la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) en la Unidad de Seminarios, sostuvo que es necesario un sector energético diversificado, dado que ninguna economía podrá solventar el agotamiento de recursos.
En este contexto, “las universidades deben impulsar iniciativas al respecto, por lo que este foro permitirá el intercambio de experiencias sobre los panoramas a futuro, retos y oportunidades en la generación de energía”, agregó.
En su intervención, María Auxilio Osorio Lama, directora de la FIQ, indicó que la producción de energía es una de las áreas prioritarias de la agenda del futuro. De ahí la relevancia de involucrar a los estudiantes con especialistas en el tema, para conocer los retos que enfrentará México en los próximos años.
Reforma Energética
En otra de las conferencias, Luis Muñozcano Álvarez, director general adjunto de Energías Renovables de la Secretaría de Energía, explicó un panorama general sobra la Reforma Energética en México, la cual permitirá atraer capital y tecnología de punta en el área de hidrocarburos, acceder a yacimientos en aguas profundas y no convencionales.
Mientras, en el ramo de electricidad, crear un mercado eléctrico mayorista, generar una mayor participación de empresas públicas y privadas en las mismas condiciones, ofrecer electricidad a precios competitivos y estimular la producción de energías limpias.
En este sentido, uno de los retos es aumentar la participación de las energías limpias, como la generada a partir de los residuos de la industria de alimentos, una fuente que además elimina la contaminación.
En su opinión, los universitarios deben cambiar la forma de hacer las cosas; es decir, impulsar nuevas formas de generar energía, sin perjudicar el medio ambiente. Por ello, se debe trabajar en promover buenas prácticas e inversiones, al igual que diseñar tarifas y condiciones que incentiven la inversión.