En Puebla, un 30 por ciento de la población, es decir, más de 600 mil personas perciben el salario mínimo, por lo que la homologación de éste, en 70.10 pesos, no permitirá que las familias tengan un mayor poder adquisitivo, ni reducirá los índices de pobreza en la entidad, aseguró el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Marcos Gutiérrez Barrón.

Agregó que el nuevo ingreso determinado por el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) es insuficiente para que una familia pueda adquirir la “canasta básica reducida” es decir, aquella conformada entre otros productos por pan, tortilla, huevo, leche, transporte y educación.

Por lo anterior, consideró que esta medida es un primer paso para garantizar un salario justo, conforme a sus actividades y necesidades, pues aseguró que el salario mínimo ideal en el país debería de oscilar en los 210 pesos.

Cabe señalar que para el caso de Puebla el salario tuvo un aumento de 3.66 pesos en total durante el año, tras los dos aumentos que se realizaron en 2015; el primero fue el 1 de abril, al pasar de 66.45 pesos a 68.28 pesos; es decir, mientras que el segundo alcanzó la disposición federal de 70.10 pesos.

No obstante, organismos como el Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE), calificaron esta medida como un acto que pretende engañar a la ciudadanía, toda vez que el aumento no contiene un cambio drástico en la percepción salarial del empleado que le brinde un mayor poder adquisitivo.