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Dos años de presión generada por los estudiantes y catedráticos de la Facultad de Administración de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), así como su afinidad con el agüerismo terminaron por provocar la salida de la ahora ex directora de esa unidad académica: Lilia Vázquez Martínez, quien desde su elección en 2013 hasta su salida, fue blanco de cuestionamientos sobre su capacidad en el cargo.
La académica que tomó posesión en el cargo en noviembre del 2013 presentó su renuncia ante el Consejo de Unidad el pasado jueves, tan sólo dos días después de que rindió su segundo informe de actividades, al cual incluso asistió el secretario general René Valdiviezo y no Alfonso Esparza Ortiz en representación de la rectoría.
En una reunión extraordinaria convocada de última hora, el pasado viernes el Consejo de Unidad sesionó y designó a Mauricio Mateo Chino como el nuevo director interino de la institución por los dos años restantes que dejó Vázquez Martínez ante una de las Facultades más importantes en la máxima casa de estudios poblana, con una matrícula de 350 docentes y más de 6 mil 500 estudiantes.
Llega y se va, en medio de críticas
Lilia Vázquez Martínez logró ganar la elección del 2013, pese a tener a cuestas varias campañas de desprestigio en los pasillos de la unidad académica y en redes sociales, pues de acuerdo con las acusaciones que se le hacían, no contaba con el liderazgo suficiente para sumar a los varios grupos opositores que viven una constante pugna por el control de la escuela.
Tras la salida de Ricardo Paredes Solorio como director el 8 de noviembre del 2013, Vázquez Martínez inició su periodo previsto para cuatro años, con posibilidad de reelegirse para un periodo más, en medio de un clima de constantes presiones que la catedrática no logró encaminar y al cual se le fueron sumando adeptos, muchos de ellos influenciados por el ex director, aseguraron fuentes al interior de la facultad.
Inclusive, uno de los primeros anuncios que hizo con su nuevo cargo, fue la “limpia” al interior de la unidad, sin embargo, esto no se consolidó debido a las presiones generadas por los académicos con Perfil Deseable del Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep) que defendieron sus beneficios en materia laboral.
La afinidad que Lilia Vázquez Martínez tuvo con la pasada administración en la rectoría encabezada por Enrique Agüera, también habría sumado a su salida, ya que cuadros docentes no la veían con buenos ojos y por ello la campaña en su contra no cesó durante los dos años que estuvo a cargo de la Facultad de Administración.