El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza deslindó a la institución religiosa de la detención violenta ocurrida en contra de Xihuel Sarabia Reyna, hijo del líder ambulante “Simitrio”, en el templo de San Antonio Abad durante una primera comunión, pues aseguró que las iglesias son un espacio público.

En entrevista al término de la homilía dominical en la Catedral poblana, el arzobispo dijo desconocer cómo sucedieron los hechos, sin embargo, aseguró que la iglesia es un espacio público, justificando que los agentes ministeriales hubieran ejecutado la orden de aprehensión contra Xihuel justo a la mitad de la misa de Primera Comunión.

“Yo no tengo mucho conocimiento de cómo estuvo (…) no sé cuál sea el problema de la organización con las autoridades. Nosotros ahí no tenemos nada que ver, entraron a un espacio que es público y pasó eso”.

Agregó que en caso de que la PGJ hubiera incurrido en faltas a los derechos humanos de Xihuel o de los asistentes a la celebración, esto deberá ser acreditado por los organismos de derechos humanos.

Pide a clérigos tomar precauciones por inseguridad

En otro orden de ideas y ante los hechos violentos que han involucrado a párrocos de Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa reveló que ya ha entablado pláticas con los religiosos para que extremen precauciones y eviten incidentes como el ocurrido con el sacerdote de la comunidad de Cuyoaco o con el asalto al padre Gonzalo Parra de la iglesia del Divino Salvador en Chachapa.

Respecto del tema, el líder de la grey católica en Puebla reveló que el sacerdote presentó su denuncia correspondiente ante la agencia del Ministerio Público luego de minutos después de recibir atención médica tras la golpiza que le propinaron los asaltantes cuando lo despojaron de su automóvil.

"Nos está tocando desafortunadamente los asaltos. Es lamentable por qué lo golpearon, le robaron todo lo que encontraron por ahí… la delincuencia nos está llegando a nosotros, yo les he pedido a los sacerdotes que tomen las precauciones necesarias y esperamos que sean cosas muy aisladas", señaló en entrevista para medios de comunicación.

Asimismo, indicó que el padre Gonzalo Parra Aguirre ya se encuentra fuera de peligro tras las lesiones por los golpes que recibió, por lo que a cinco días de ocurrida la agresión, el clérigo ya se reintegró de forma normal a sus actividades en la parroquia del Divino Salvador ubicada en Chachapa.

Cabe recordar que el asalto de este sacerdote ocurrió la noche del pasado 8 de diciembre cuando fue interceptado en la citada junta auxiliar perteneciente al municipio de Amozoc y golpeado por unos sujetos que tras dejarlo mal herido, se llevaron su coche Nissan Marchde modelo reciente.