Las malas noticias para el consorcio Volkswagen continúan, pues además de que la Oficina Antifraude de la Unión Europea investigará a la empresa por su responsabilidad en el escándalo de emisiones contaminantes, ayer el Parlamento Europeo dio luz verde a una comisión de indagación, que estará integrada por al menos 45 legisladores.

La iniciativa para indagar el escándalo del Dieselgate fue aprobada con 354 votos a favor, 229 en contra y 35 abstenciones. La comisión contará con la participación de 45 parlamentarios que interrogarán a los responsables de Volkswagen para esclarecer si se produjeron “infracciones” en el derecho de la UE, así como una “mala administración en la aplicación” de la normativa.

Según las investigaciones desprendidas del escándalo mundial, los vehículos manipulados por la compañía alemana emitían niveles de dióxido de carbono (CO2) y óxido de nitrógeno (NO2) superiores a lo establecido por la legislación medioambiental comunitaria sobre el sector del automóvil. El primer informe de la comisión se dará a conocer dentro de seis meses y el documento final se publicará un año después del inicio de la investigación.

De acuerdo con diversas agencias, los eurodiputados cuestionarán el papel de la Comisión Europea (CE) e investigarán el presunto incumplimiento en la aplicación de medidas para detectar las emisiones. La nueva comisión también se centrará en descubrir si la CE y los distintos Estados europeos fueron responsables en la prohibición explícita de dispositivos de desactivación, como los utilizados por Volkswagen y si eran conscientes de su uso antes de que el escándalo estallara el pasado 18 de septiembre. Desde distintos sectores críticos se ha sospechado de un posible trato a favor de una industria tan puntera para la economía comunitaria como la del automóvil.