Esto no quita que las escenas de sexo generen incomodidad para personas que lo ven como un tabú – leí una crítica en donde el autor dice que en la sala donde vio la película al menos unas tres personas se fueron.
Roy McBride, disfraza el viaje que le encomiendan sus superiores para ir a buscar a su padre, por lo que durante el trayecto se topa con algunos inconvenientes, como la huella humana en la Luna
Se trata de una narración que a cualquiera podría ajustarse y ese es el verdadero miedo: saber que no se necesita de casas embrujadas, fantasmas que atormentan a cualquier persona temerosa o incluso psicópatas para genera horror.
Recordemos que, desde su nacimiento, el cine se dividió entre hacer dinero y transmitir emociones y hasta la fecha sigue luchando consigo mismo por no reconocer esa contradicción