Martes, 14 de Mayo del 2024
Martes, 26 Septiembre 2023 02:56

¿Cómo Hermanos?

¿Cómo Hermanos? Escrito Por :   Irma Sánchez

Y no hay que descontar que estas mismas muchedumbres puedan llegar a casas, colonias y barrios a ingresar y apropiarse de los espacios.


 

Ante la crisis aguda que padece México con la llegada de migrantes, refugiados e indocumentados, miles de mexicanos nos sorprendemos y desde luego, no somos insensibles.

 

El fenómeno se agudiza y vemos cómo nuestras autoridades civiles y militares son rebasadas por el arribo de 8 mil y hasta 10 mil migrantes diarios.

 

Sin menospreciar la sabiduría de las autoridades, objetivamente concluimos que es tan especial el fenómeno, que no ha sido posible resolver.

 

Es aquí donde debe surgir la participación social y humanista de todos los mexicanos.

 

Ciertamente los mexicanos somos personas buenas, la gran mayoría nos declaramos cristianos -desde luego de varias interpretaciones bíblicas- y ciertamente ya es el momento de que actuemos porque el problema se agudiza cada minuto.

 

En primer lugar –a mi modo de entender- debemos exigir a nuestras autoridades civiles y militares, que actúen conforme a derecho y reconozcan sin dulcificar que esta crisis de indocumentados inquieta y hasta motiva que mucha gente no invierta o cuide sus tienditas, ante el riesgo de que aparezca una turbamulta y arrase a los pequeños negocios y autoservicios.

 

Y no hay que descontar que estas mismas muchedumbres puedan llegar a casas, colonias y barrios a ingresar y apropiarse de los espacios.

 

Ha habido extraordinarias mujeres cristianas, católicas y de otros credos, que han salido a donde llega “la bestia” -el ferrocarril que recorre de sur a norte- y en el que reparten bolsas con alimentos y botellas de agua. Se trata de ejemplares mujeres que se han ganado a pulso su entrada a la casa del padre. Y no solamente ellas, también sacerdotes, pastores y guías espirituales que han dado cobijo y ofrecido vestido y sustento. Pero lamentablemente el fenómeno en un juego de cifras puede llegarse en poco tiempo con 50 mil extraños en nuestro país.

 

Y aquí me pregunto en voz alta: ¿por qué el ejecutivo de la nación y la Secretaría de Relaciones Exteriores no han enviado misivas a las embajadas de los países de donde vienen la mayoría de los migrantes?

 

Deben de hacerle saber en forma respetuosa que se están convirtiendo en mudos testigos de los problemas sociales en sus respectivos países y de vecinos ingratos pasan a ser groseros, lanzan la basura por encima de las bardas de la gente que vive cerca de ellos.

 

El problema es de siglos, refugiados fueron María, José y Jesús. En el siglo pasado refugiados fueron chinos, árabes, judíos que llegaron a México porque en sus respectivos países había pésimos gobernantes y en algunos casos hasta homicidas de su propio pueblo.

 

El fenómeno no es privativo de México, sino en todo el mundo, en la zona napolitana de Italia, en poblaciones de unos 7 mil habitantes, de un día para otro han llegado 10 mil migrante. Son muchos los ucranianos que también ante la guerra que se ha ampliado, han salido de su país.

 

Cruel y terrible problema, pero las autoridades están y se van. Y como en el caso de México, muchos expresidentes se han ido a otros países por temor a ser juzgados en su patria por latrocinios inmensos y hasta homicidios.

 

Voces hay del papa Francisco a quien el presidente AMLO estima tanto.

 

Voces de la ONU y de la OEA, del Dalai Lama y de grandes líderes internacionales.

 

Un pequeño paso, pero grande para México, sería que todos los mexicanos de buena voluntad pusieran un pequeño grano de arena para ayudar a estos seres humanos que aunque en algunos casos llegan pillos y delincuentes, la mayoría son gente de buena voluntad.

 

Google News - Diario Cambio