Viernes, 26 de Abril del 2024

¿Dónde están mis niñas? Primeras palabras de sobreviviente en Atzala

¿Dónde están mis niñas? Primeras palabras de sobreviviente en Atzala
Domingo, 24 Septiembre 2017 15:57
Luisa Tirzo / Atzala

Ismael Escamilla exigió ver a su hija Edileth, al despertar tras los golpes sufridos en el derrumbe. Con la voz entrecortada, el padrastro de este joven de 26 años de edad dice esperar que su hijo no entre en una crisis cuando se entere de la tragedia. ‘No sé cómo decírselo’, declaró



‘¿Dónde está Manuela?’ ‘¿Cómo están mis niñas?’ fue lo primero que Ismael Escamilla le preguntó a su padrastro Crescencio López al despertar tras los golpes que recibió en la cabeza debido a que una parte de la cúpula de la iglesia de Santiago Apóstol en Atzala le cayó ese 19 de septiembre, cuando un sismo de 7.1 grados azotó el templo en donde se realizaba la misa de su hija Edileth.


Crescencio no encuentra la forma de decirle que no corrieron con la misma suerte que él, que todos murieron esa tarde. Su familia, sus compadres (Florencio y Susana) y los familiares de estos.


Con la voz entrecortada, el padrastro de este joven de 26 años de edad dice esperar que su hijo no entre en una crisis cuando se entere de lo ocurrido. ‘No sé cómo decírselo’, dice en entrevista con CAMBIO.


Eran alrededor de las 13:00 horas en la parroquia de Atzala donde se habían concentrado al menos 20 personas para presenciar el bautizo de Elideth, la hija pequeña de Ismael. El sacerdote apenas había dado la bienvenida cuando se sintió la sacudida que acabó con la vida de 12 asistentes. En total, en Puebla se registraron 45 muertos, según las cifras oficiales.


Don Crescencio pide apoyo para que Ismael se recupere


Ismael será sometido a una operación de columna en esta semana. Don Crescencio teme en que quede inválido por los duros golpes en su cuerpo. Sin embargo, cree que  se salvará de esta.


No obstante, está preocupado en cómo hacerle para la recuperación de su hijo, pues reconoce que están completamente solos.


“Somos gente humilde, no tenemos otra cosa que nuestro campo, será difícil trabajar y cuidar de él. Pues él necesitará atención de tiempo completo, yo le pido a Dios fuerzas, y que, si me lo dejó vivo que me lo ayude a sanar pronto para que pueda volver a caminar y salga adelante a pesar de que se quedó sin su esposa y sus hijitas”, indica.


Entrevistado por CAMBIO relató que su hijo le pide a cada rato que esté pendiente de sus hijas y de su esposa ‘para que no les falte de comer’ mientras él se recupera. Incluso le menciona que tiene ‘unos centavos’ guardados en casa y que se los dé para pasar estos días.


Crescencio se ha tenido que aguantar las lágrimas para no revelar que su esposa y sus dos pequeñas hijas perdieron la vida en medio del sismo.


El sexagenario va y viene de Atzala pues no hay nadie más que cuide de su hijo único, quien antes del accidente era campesino.


“Un abuelito que anda en el hospital es el que me apoya, le echa un ojito a mi hijo, cuando yo tengo que venirme pal pueblo a darle de comer a los animalitos. Es una gran responsabilidad, ya me dijeron que el proceso de recuperación podría tardar hasta tres años, yo sólo pido a la gente que no nos olvide”, agrega.