Después de dos años que fue tomada por pobladores y cerrada la alcaldía de Tlanepantla por acusaciones de supuesto desvío de recursos del edil  Efraín Gracia García, la Comandancia Municipal fue reabierta lo mismo que la sala de regidores, sin embargo el armamento de Seguridad Pública no aparece.

Representantes de la Dirección General de Gobierno, llegaron a las instalaciones de la comuna para abrir las oficinas de todo el edificio pero sólo esas dos áreas fueron abiertas. 

Lo último que se supo del edil Efraín García, es que éste despachaba desde el municipio de Tepeaca y a Tlanepantla no volvió. La mañana de este martes, personal de la Secretaría General de Gobierno (SSG) hizo un inventario de las dos áreas que se abrieron.

El armamento desapareció en la Comandancia Municipal, lugar donde se resguardaba y que consistía de tres pistolas y tres armas largas, por las condiciones en que la zona fue encontrada se presume que las armas de fuego pudieron haber sido robadas.

Registro Civil, DIF Municipal, Secretaría General y la oficina del presidente continúan cerrados. El síndico municipal, Adrián Martínez Gracia, en entrevista para CAMBIO Regionales, explicó que en los próximos días se enviará a un juez para que los ciudadanos realicen sus trámites como actas de nacimiento y  de defunción.

“Esperamos que esta semana nos envíen a un juez para  reabrir el Registro Civil, estos dos años los extractos se han traído de Registro Civil del estado (…),  hasta el momento desconocemos el paradero del presidente municipal, la última vez supimos que despachaba desde Tepeaca”, detalló el síndico municipal.

Cabe recordar que en octubre del 2015 fue tomada por primera vez la alcaldía cuando Efraín Gracia fue acusado del desvío de recursos por un millón y medio de pesos, el 27 de noviembre el alcalde fue sacado por una turba enardecida de pobladores que destruyeron su casa e incendiaron sus automóviles por lo que huyó del municipio.  

En febrero del 2016 al intentar reabrir las instalaciones de la Comuna el edil fue golpeado y nuevamente se fue, hasta la fecha no ha regresado al municipio. Actualmente, la demarcación es resguardada por cuatro policías estatales y tres municipales.