El Cardenal de México, Norberto Rivera Carrera –acusado de solapar los abusos sexuales que cometió Nicolás Aguilar contra niños de Tehuacán– encabezó la última misa del VII arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca Pacheco quien también dejó un legado tu por encubrir a dicho sacerdote pederasta.

En la capilla del Seminario Mayor Palafoxiano, únicamente sacerdotes y acólitos despidieron a quien fuera arzobispo en la entidad y que falleció este sábado a los 85 años de edad. Al igual que en su funeral –que tuvo lugar el sábado– la clase política brilló por su ausencia.

"Para quien consagró su vida anunciando el evangélico de Cristo a los fieles, goce ahora contemplando cara a cara aquella misma verdad en la que el creyó y predicó a sus hermanos", fueron algunos de los ruegos para Rosendo Huesca por parte del actual arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.

Rosendo Huesca era originario de Huajuapan de León, Oaxaca. Al iniciar su arzobispado se convirtió en el primer anfitrión del Papa Juan Pablo II en 1979.

Lo critican porque fue un gran personaje

Durante su último adiós el vocero de la Arquidiócesis, Paulo Carvajal defendió a Huesca al señalar que siempre fue un hombre preocupado por los demás, simplificando las críticas en su contra por encubrir al cura pederasta Nicolás Aguilar, acusado de abusar sexualmente de 86 niños en Tehuacán y Los Ángeles.

“Él fue un hombre siempre preocupado por los demás, mantuvo siempre la fidelidad a la iglesia, todo lo que la iglesia pedía en su momento tuvo que tomar ciertas decisiones. Alrededor de un gran personaje siempre va a ver grandes críticas, positivas y negativas”, dijo Paulo Carvajal.

Cabe recordar que el episodio de Nicolás Aguilar manchó la imagen de Rosendo Huesca pues se le acusó de solaparlo a pesar de que había una investigación por abuso sexual. Finalmente la Procuraduría General de la República (PGR) acepto después de 30 años la denuncia por probable encubrimiento a 15 clérigos pederastas contra el cardenal Norberto Rivera Carrera.