Después de 2 mil 987 tomas clandestinas –reconocidas por Petróleos Mexicanos-, la pérdida de 119 millones 100 mil litros de hidrocarburo que derivó en un quebranto por más de 2 mil millones de pesos; una centena de muertos y explosiones, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto ordenó exterminar a las bandas de huachicoleros.
“He dado indicaciones para instrumentar una estrategia integral a fin de combatir este ilícito en toda la geografía nacional. Trabajaremos de cerca con el gobierno del estado de Puebla hasta desintegrar por completo las bandas delictivas que a eso se dedican”, sentenció el viernes pasado durante la protesta de bandera de los soldados del Servicio Militar Nacional Clase 1998.
Sin embargo, el mandatario federal volteó a ver a Puebla y ordenó la entrada de más policías militares con artillería y helicópteros, hasta que un grupo de ladrones de gasolina de Palmarito Tochapan –perteneciente a en la que presuntamente se utilizaron niños y mujeres como escudo.
En estos enfrentamientos también perdieron la vida seis civiles; una mujer y un menor de edad. A quienes, las autoridades federales y locales los han relacionado como cómplices de los ladrones de gasolina. Otros 13 elementos son atendidos en hospitales por heridas de armas de fuego, 12 militares y un policía estatal.
Combate arrecia después de pérdidas por más de 2 mil millones de pesos
Según información obtenida por CAMBIO vía transparencia con Pemex, de enero del 2013 –cuando inició el gobierno de Peña Nieto– a febrero de este 2017, se han registrado en la entidad 2 mil 987 ‘ordeñas’ a los ductos de Petróleos Mexicanos, de los cuales el 80 por ciento se concentra en los municipios que conforman el Triángulo Rojo: Tepeaca, Quecholac, Palmar de Bravo, Acajete y Acatzingo.
Tomando en cuenta los reportes de Seguridad Física de Pemex sobre el hecho de que al mes se pierden 15 mil barriles de petróleo (2 millones 382 mil litros) en Puebla, en el periodo que lleva gobernando al país el priista, en la entidad se ha permitido a las bandas de huachicoleros robar al menos 119 millones 100 mil litros.
Multiplicando el número de litros ‘ordeñados’ principalmente al poliducto Minatitlán-México que cruza en la zona de ‘guerra’, por el costo más alto de uno de los tipos de combustible (Premium) que está en 17.34 pesos, el quebranto económico que los también llamados chupaductos han ocasionado, asciende a más de 2 mil millones 651 mil pesos.
CAMBIO ha documentado que tan sólo en los últimos dos años, en la disputa que existe por el control de la plaza que representa el tráfico de gasolina robada, han resultado calcinadas unas 100 personas, aunado a las incontables explosiones suscitadas. Según Pemex, diario al menos son dos en diversos puntos de la entidad.
Esta casa editorial ha documentado cada uno de los casos y cómo fue creciendo este negocio en el Triángulo Rojo, al grado de involucrar a familias completas y de convertirse en una cultura popular. La ya conocida a nivel internacional ‘huachicultura’.
La gloria de los huachicoleros fue con Moreno Valle
Según varias solicitudes de información que ha realizado esta reportera a Pemex, el hurto en sus ductos se dio por primera vez en el 2000, cuando se detectaron 15 casos. Desde entonces figuraban tres de los cinco municipios que actualmente están militarizados, en donde cruza el poliducto Minatitlán-México.
Sin embargo, fue a partir de 2015 -en el penúltimo año de gobierno de Rafael Moreno Valle-cuando las explosiones, balaceras, y retención de militares –hechos relacionados con el robo de combustible– ocuparon las primeras planas de los diarios locales hasta tomar relevancia internacional.
Al cierre de 2016, Petróleos Mexicanos contabilizó mil 533 tomas clandestinas en Puebla a lo largo de 24 municipios, un 10 mil 120 por ciento más en comparación con el año 2000 cuando se encontró la primera.
Fue en el sexenio del ex gobernador Rafael Moreno Valle cuando creció más la actividad, al grado de que el estado se ubicó a partir del año pasado en el primer lugar en concentrar un mayor número de casos, antes de Tamaulipas y Guanajuato.
En 2013, cuando arrancó el gobierno de Peña Nieto se registraron 169 tomas clandestinas y al cierre del 2016 fueron mil 533, periodo en el que se dio un aumento de 807 por ciento más, pero aun así, no intervino con fuerza para impedir que el negocio se elevara en el mercado negro.
Tres mil militares al ataque en el Triángulo Rojo
Luego de que el viernes pasado Peña Nieto diera indicaciones a las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y de Hacienda, así como a la Procuraduría General de la República, para implementar una estrategia y combatir este delito en todo el país –a raíz del homicidio de cuatro militares en Puebla– en seis municipios del Triángulo Rojo se reforzó la vigilancia con 2 mil uniformados más, por lo que suman en total 3 mil los soldados que van tras las bandas de ladrones de gasolina.
Por si fuera poco, se espera la llegada de equipos de artillería además de dos helicópteros de la Defensa Nacional. ¿La meta? Exterminar toda la red del tráfico de combustible robado, ya que las penas no han sido suficientes para inhibir este delito. El gobernador local, Antonio Gali Fayad ha advertido que caerán tanto gasolineros coludidos como familias que protegen a los ladrones de gasolina, asegurando que son igual de criminales.