El dios que se volvió hombre


Crónica


Selene Ríos Andraca


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Mario Marín Torres saboreó como nunca el chamorro que tanto le gusta y pausadamente sorbió su tequila Don Julio sin mayores interrupciones. Por primera vez, desde que fue ungido el candidato del PRI al gobierno en el 2004, nadie se acercó a importunarlo ni saludarlo, ni siquiera para hacerle una petición. En contraparte, a su lado, un Javier López Zavala de pie, sudoroso y atosigado al grado que no pudo sentarse a degustar el banquete ofrecido por sus amigos empresarios por el motivo de sus 40 años de vida.


Y es que, una larga, larguísima fila, lo esperaba, lo tocaba, lo interrumpía, lo saludaba y lo abrazaba en su primera salutación. Burócratas, campesinos, funcionarios, diputados y maestros de todo el estado se inclinaban presurosos, sin notar que a la izquierda del festejado estaba sentado el que hasta hace unos días fuera el gran hombre del estado.

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Pasados veinte minutos de las tres de la tarde, hizo su aparición Mario Marín en el Country Club San Manuel ataviado con un traje negro y una radiante corbata roja, tras realizar su informe regional en el Complejo Cultural Siglo XXI y Chiautzingo, en el que gozó, por última vez, las delicias del poder. Entró el gobernador en el año en que políticamente es un dios y salió siendo un simple mortal.


Pero el Olimpo del gobernador se derrumbó ante sus pies en unos instantes, pues decidió entregar su cetro de poder ante ocho mil testigos, apenas en su cuarto año de gobierno, y el mensaje fue tan claro para todos los mortales ahí presentes que ignoraron al mandatario y comenzaron a adorar al nuevo dueño de los destinos.


El gobernador renunció a la gloria en aras de la lealtad de su subordinado, y de repente, fue invisible, otra vez. Uno más en una multitud. Uno más de los invitados de honor. Un huésped más en la historia de Casa Puebla. Un mortal entre mortales, privilegiado únicamente, por sentarse a la izquierda del nuevo rey.


Mario Marín vivió otra vez la indiferencia de la gente, pero el viernes palpó la indolencia de su bufalada, de sus subordinados, de los hoy exmarinistas un día después de su Cuarto Informe en el Congreso. Marín Torres no atesoró sonrisas, abrazos o roces. No acaparó nada y de repente, se quedó solo entre miles de priistas.


Marín perpetró su propia caída al dirigir ante el público el mensaje:”Quiero decirles que estamos aquí acompañando a un gran amigo de todos, Javier López Zavala, decirles y confirmar una vez más que el que siembra, cosecha, y Javier, a quien conozco desde hace muchos años, siempre ha sembrado lealtad, ha sembrado disciplina, ha sembrado amistad, ha sembrado responsabilidad y ha sembrado profesionalismo y cuando alguien lo hace así, la consecuencia es justamente esto que ahora vemos (…) Significa que Javier está cosechando lo que ha sembrado a lo largo de muchos años. Por todo ello, Javier muchas felicidades que cumplas muchos, muchos años de vida, porque el que trabaja, quien siembra, quien cultiva tiene derecho a cosechar.”


Y aunque López Zavala, en su afán de no hacerle sombra al amo, ensalzó y glorificó los pasos de Mario Marín, la gente no lo escuchó y en el aire quedaron los halagos y los elogios vertidos del subordinado al patrón.


“El tema de la lealtad, refrendo mi reconocimiento y mi lealtad al señor gobernador, quien ha dado muestras de su trabajo en el estado. Hoy Puebla es diferente, pudimos apreciar la infraestructura carretera, los hospitales que están salvando vida, o que muchos poblanos tienen una universidad, ese es Mario Marín el que se quita la camisa por la gente, un hombre que sigue cumpliendo como prometió hace cinco años, de trabajar por todos los poblanos sin distingos de partido. Señor gobernador, toda mi lealtad y mi reconocimiento.”


Y aunque entró un Dios entre vítores, gritos desgarrados y porras creativas, salió un hombre, un simple mortal. Entró un gobernador y salió un licenciado vestido de negro con una radiante corbata roja por la puerta trasera sin hacer un solo ruido, aquella vez, aquel día en que el dios se volvió hombre.

 

 

 

 

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