Sin embargo sus resultados son precisamente los más exactos que puedan existir.
En política pasa lo que tiene que pasar.
Ni más, ni menos.
En una elección ganan los factores que estaban ahí y que algunos (por apasionamiento o incluso por visceralidad) no quisieron ver.
Si un agente político fue soberbio, arrogante, ególatra es claro que puede estar apoyado por el mayor padrinazgo, pero nunca va a llegar a su objetivo.
Lo mismo puede decirse de aquel que durante años fue indiferente a la crítica. Jamás la escuchó, ni viniendo de su propia familia. Tarde o temprano esa cerrazón le costará un tropiezo.
La labor del analista, ya sea columnista o articulista, es simplemente tratar de ver la fotografía tal cual. De no pasarla por “photoshop”; de no tratar de maquillar la realidad, de no distorsionarla.
Solo así se puede hacer un análisis riguroso.
Durante la pasada contienda electoral a través de nuestra cuenta de twitter @CupulaPuebla dialogamos con un colega quien aseguraba que de diez periodistas, ocho decían que Enrique Agüera Ibáñez ganaría la puja.
Por nuestra parte desglosamos los factores por los que Agüera perdería.
Al final los hechos le dieron la razón al análisis. No a nosotros, sino a un diagnóstico libre de apasionamientos.
La fotografía debe ser real, descarnada. Debe aspirar a capturar la realidad desnuda.
Si queremos cambiar el enfoque de la toma, si queremos usar filtros de color o difusores, si se usa un gran angular en vez de un lente macro sólo nos engañamos a nosotros mismos.
Con las consabidas consecuencias a la credibilidad que cada quien tenga.
El análisis periodístico es lo más cercano que existe a la verdadera fotografía. No a la realidad virtual del “photoshop”.
Esto viene a cuentas porque en las últimas semanas algunos análisis ya “descarrilan” las aspiraciones del gobernador Rafael Moreno Valle.
Dan por “canceladas” sus pretensiones y hasta firman actas de defunción… cuando todavía ni siquiera comienza la batalla presidencial.
Es inobjetable que el futuro político de Moreno Valle es promisorio. Sobre todo por su edad.
Y en este momento son más los factores que abonan en su favor, que aquellos en contra.
Hacer diagnósticos a estas alturas del camino es terriblemente precipitado. Es como tratar de tomar una fotografía de los huracanes, cuando apenas inicia la primavera.
Cualquier diagnóstico a favor o en contra resultaría lamentablemente precipitado.
Lo que puede decirse en este momento en una lectura simple (que no simplista), se enumera en los siguientes puntos.
Primero.- Moreno Valle tiene un papel medular en la cúpula del panismo nacional. Es el gobernador más influyente en la esfera albiazul.
Segundo.- Aunque la columna “Templo Mayor” del diario Reforma enfoca sus baterías en cuestionarlo, lo cierto es que Moreno Valle no va a arriesgar su cercanía con Los Pinos.
Su hiper pragmatismo político, lo llevará a negociar con las altas esferas de Acción Nacional, pero no chocará con la burbuja peñista.
Tercero.- En la rebelión de los gobernadores contra el aparato federal, Moreno Valle tomará un nuevo papel de mediador, de moderador.
Ofrecerá un planteamiento en que todas las partes puedan ganar. Se trata de otra máxima del pragmatismo: optimizar las ganancias y reducir las pérdidas, hasta donde sea posible.
Y sobre todo insistirá en que a nadie le conviene una confrontación con el ejecutivo.
El distanciamiento de gobernadores con Peña Nieto será una magnífica oportunidad para demostrar que en política todo, absolutamente todo, es negociable.
Esta es una fotografía y una aproximación de este momento político.
Cualquier otro ejercicio de prospectiva sería (en el más amable de los términos), prematuro.
Como siempre estamos a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.