Los empresarios de más de 60 años todavía recuerdan el surgimiento de este lugar a la vida social y de servicios como un club exclusivo para los capitanes que movían el capital poblano.

A proyecto e inquietud de un catalán visionario que un día llegó y lo hizo todo en Puebla, para el estado y México, don Francisco Bernat Solsona, tuvo uno de los primeros clubes de empresarios del país, justo en el año de Olimpiadas y revueltas sociales, cuando muchos empresarios eran satanizados por los liberales que “buscaban” justicia en la generación de la riqueza.

En esta hazaña don Francisco Bernat Solsona fue secundado por otros poblanos de empresa como Joaquín Ibáñez Pouget, y desde luego, Eduardo Lastra Altamirano, quien propuso que este club tuviera su sede en las instalaciones de su Mesón del Ángel, cuando el arquitecto Mauricio Romano del Valle dirigía a cuadrillas de trabajadores de la construcción que hacían posible el hotel que años después alojaría a presidentes, embajadores, personalidades internacionales de la banca, de negocios, artistas y miss Universo, sin olvidar a selecciones de futbol.

Y así fue como en terrenos del hotel se decidió erigir un anexo para albergar al Club de Empresarios de Puebla, que fue inaugurado por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz cuando gobernaba como interino a la entidad el ingeniero Aarón Merino Fernández.

Por esos días la entidad poblana cambiaba su vocación agrícola y textilera para entrar a otra dimensión, cuando decidió su diversificación con la llegada y operación de la armadora alemana Volkswagen y la ya olvidada planta Hylsa.

Esto desde la construcción de la planta obligó a autoridades y empresarios a crear nuevos servicios para los ejecutivos alemanes, y los hombres de negocios que se comenzaron a mover hacia Puebla en torno a la planta automotriz, las empresas proveedoras y otras diversas.

Ya en funciones surgió desde su primer año la conveniencia de que el club abriera sus puertas cada fin de año para recibir a sus socios e invitar a las autoridades en turno a brindar por las fiestas decembrinas.

Así su fundador y presidente, don Francisco Bernat Solsona, instituyó la comida anual del club a la que acuden todos y paga el club.

Por cuestiones de agenda, esta comida pasó de Navidad a ofrecerse como comida de Año Nuevo, y en este 2013 está convocada para arrancar un año de festejos con motivo de sus 45 años.

A este convivio siempre se invita a un personaje de grandes ligas —según términos beisboleros— con la intención de que hable de los temas del momento.

Tradicionalmente a la gran recepción asiste el gobernador en turno que aprovecha la concurrencia y el contexto para mandar un mensaje y hacer anuncios de nuevos proyectos, de nuevas inversiones, haciendo alusión a la paz y la grandeza con que se vive en Puebla.

Pues bien, para este año la comida se programó para el próximo miércoles 8 de mayo, las invitaciones comenzaron a circular entre los empresarios, funcionarios del sector económico y financiero de las tres instancias de gobierno, y desde luego la invitación está hecha al gobernador Rafael Moreno Valle para que acuda a presidirla.

La misma cortesía se le corre al presidente municipal en turno.

Hay que destacar que para esta ocasión, el próximo miércoles, las campañas políticas estarán en su tercer día, y la invitada de honor será la secretaria de Desarrollo Social, la ex perredista y hoy priista Rosario Robles, que recorre el país con su cruzada “Moviendo a México”.

Su recorrido tiene especial significado en las 14 entidades donde hay campañas políticas para celebrar elecciones en el mes de julio.

Doña Rosario indiscutiblemente que vendrá a Puebla para hablar ante los hombres de negocios e invitados del Club de Empresarios, de la política social del presidente Enrique Peña Nieto.

Y supuestamente estará codo con codo en la mesa principal con Toño Yitani Maccise, presidente del club y promotor de la fiesta, así como con quien gobierna este estado, Rafael Moreno Valle.

¿Se imagina la foto?

¿De qué hablarán en corto doña Rosario y don Rafael?