El autor de la columna “Serpientes y Escaleras”, Salvador García Soto, que se publicó ayer en el diario 24 Horas, de la ciudad de México, revela el origen principal del problema.

Como jefe de la bancada panista en el Senado de la República, el coordinador recibe mensualmente la nada despreciable cantidad de 40 millones de pesos mexicanos contantes y sonantes.

Ese dinero supuestamente es para pagar los gastos de la bancada, asesorías, publicidad, etcétera. Y de esos gastos no debe dar justificaciones exageradas, pues se supone que pueden ser utilizados discrecionalmente para actividades políticas.

El grupo calderonista lógicamente contaba con esa cantidad para moverse políticamente dentro y fuera de su partido. Por eso aspiraban y bien “parqueados” por cierto, a sustituir a Gustavo Madero en la presidencia del partido, para adueñarse de éste y luego trabajar, dinero lo había a montones, pues 40 millones mensuales no son poca cosa para llevar a la candidatura presidencial a don Ernesto en el 2018.

No, si los calderonistas tontos no son. Bueno sí lo son para ejercer el poder público, pues el desastre que dejaron en el país, no lo dejó ni Vicente Fox, lo que ya es decir.

De la debacle del PAN, como gobierno nacional, hasta los mismos panistas, no todos claro, lo admiten. El senador Javier Corral Jurado afirmó que Calderón ya había hecho mucho daño al país encabezando al gobierno de la república y que los panistas no pueden permitir que ahora acabe también con el partido.

Bueno, pues ahora don Ernesto tuvo una idea genial, según dicen. Propuso a sus seguidores en el Senado a que formen una bancada independiente, sin salirse del PAN, a fin de que el dinero que recibían lo sigan recibiendo, aunque no en la misma cantidad y puedan seguir adelante con “sus proyectos”: adueñarse del PAN y lanzar su candidatura a la presidencia para el próximo periodo constitucional. ¿Qué le parece?

El problema es que seguramente encontrarán que no está previsto en el reglamento el pago a dos bancadas del mismo partido y se vería mal, muy mal, pues uno de los principales problemas de este país es la corrupción gubernamental, que se hiciera eso para alentar los pleitos internos de un partido opositor.

Los calderonistas no van a soltar la ubre tan fácilmente. Habrá pelea interna durante un buen tiempo y eso nos alegrará la vida a los mexicanos que como ciudadanos tenemos otras preocupaciones como el aumento de la pobreza, la carestía de alimentos, el incremento de la inseguridad, etcétera.

La lucha política en Puebla

Mientras tanto, aquí en Puebla, las dos fuerzas políticas más importantes que forman las coaliciones “5 de Mayo” y “Puebla Unida”, con Enrique Agüera y Antonio Gali, como abanderados, sigue adelante.

Hasta ahora han cumplido en eso de no entrarle a la llamada “guerra sucia”, pues están realizando su trabajo en forma civilizada o más o menos civilizada.

Los coordinadores de campaña, de ambos candidatos: Jaime Alcántara Silva, de Agüera y Fernando Manzanilla, de Gali, son políticos civilizados y eficientes en su trabajo. Lo están haciendo, según nos comentan quienes trabajan a su lado, bastante bien y lo creemos porque conocemos a ambos.

Mientras haya buena coordinación en el trabajo de campaña, las cosas marcharán bien, sobre todo si no pierden el tiempo en atacarse los unos a los otros o en propagar rumores y chismes infundados.

La firma de varios funcionarios federales y locales, en presencia del gobernador, para no utilizar programas oficiales con fines electorales, que se hizo ayer frente al gobernador Rafael Moreno Valle, es correcta, aunque como se ha visto en otras ocasiones, si no hay voluntad política de acatar el convenio, las firmas salen sobrando.

No ayudan funcionarios municipales

Hace unos días le informamos que los franeleros y cuidacoches, de la zona de La Paz y calles adyacentes, estaban siendo acosados por inspectores municipales,  y los detenían durante unas horas para evitar que trabajaran y que varias veces se los llevaron a limpiar las márgenes del río Alseseca, para que hicieran trabajo comunitario no remunerado en beneficio de la sociedad.

Bueno, pues los afectados solicitaron el apoyo de Antorcha Campesina y la organización les brindó su protección y dejaron de molestarlos.

Ah, pero ahora los inspectores volvieron a las andadas y les dijeron a los afectados, que Antorcha ya no quería defenderlos.

Y este es un problema para Gali, pues los afectados dicen que los panistas siempre los han perseguido, igual que a los vendedores ambulantes, porque quieren las calles limpias y que no se vea pobreza.

“Pobreza la que ellos, los panistas, desde la presidencia de la república han propiciado, por la aplicación de políticas económicas que van en contra de los pobres”, dice un ilustrado franelero de la avenida Juárez.

En época de elecciones esto no se hace. Eso lo saben bien los priistas, y a los panistas les cuesta mucho aprender. Pero bueno, allá ellos.

Por cierto, que Antonio Gali ha tenido una idea genial para ser candidato del PAN. Atraer a los viejos militantes poblanos de su partido, como Paco Fraile, Ana Teresa Aranda, Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes y Moctezuma, que llegaron a Acción Nacional, cuando este partido inició su etapa empresarial, es decir, cuando pasó a ser franquicia de la Coparmex, con Maquío y los bárbaros del norte. Tal vez, también intente acercar a los panistas doctrinarios, los que todavía se acordaban de don Manuel Gómez Morín, de don Efraín González Luna, de don Rafael Preciado Hernández, de don Luis Calderón Vega y un poco más cerca, de José González Torres, Bernardo Bátiz, José Angel Conchello y muchos más, que hicieron historia de la buena en México, pero de esos ya quedan pocos, y los que quedan tienen tan malos recuerdos de lo que tuvieron que pasar con el arribo del neopanismo, que lo mejor será dejarlos como están.