Don Arnoldo logró con su muerte por primera vez en mucho tiempo, la unificación, aunque sea momentánea, de todas las corrientes izquierdistas del país. Todos los líderes de la izquierda: Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo Gómez, Jesús Zambrano, Andrés Manuel López Obrador, Iván García Solís y muchos más, no sólo se dieron cita en la capilla ardiente, sino que tuvieron palabras de reconocimiento para el líder izquierdista, que ingresó al Partido Comunista Mexicano en 1946. Fue miembro del secretariado colectivo de ese partido en 1959, cuando los movimientos de izquierda de Valentín Campa y Othón Salazar, ferrocarrileros y maestros, cimbraban al país. Ascendió a secretario general del PCM, en 1963, cuando ya finalizaba el sexenio de Adolfo López Mateos, cargo en el que se mantuvo hasta 1981, habiendo logrado la unificación de los partidos y organizaciones de izquierda para conformar el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) del que fue candidato a la presidencia de la República en 1982.

Fue el que alejó al Partido Comunista Mexicano de la línea soviético-estalinista, para adaptarlo a la realidad mexicana y en 1979, durante la presidencia de López Portillo, fue factor importante en las negociaciones con el gobierno representado por Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación, para formar una coalición de izquierda, con la que por primera vez el PCM participó en una contienda electoral y con registro oficial condicionado, habiendo obtenido más de 700 mil votos, que le dieron derecho a ocupar 18 curules en la Cámara de Diputados, siendo él el coordinador de su bancada.

Fue víctima de un secuestro por parte del Partido de los Pobres, de Lucio Cabañas, de Guerrero, y su rescate fue cubierto por el gobierno federal que encabezaba Miguel de la Madrid, esto en 1985.

El PSUM participó en la campaña presidencial de 1988, con el ingeniero Heberto Castillo como candidato, pero éste, que inició tarde la lucha por la presidencia, renunció a la candidatura y el PSUM decidió unirse al Frente Democrático Nacional, cuyo abanderado a la presidencia era el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Al final de la contienda que según la percepción general ganó Cárdenas Solórzano, y como consecuencia de la alianza de las fuerzas de izquierda surgió el Partido de la Revolución Democrática que continúa hasta la fecha.

Dos entrevistadores, entrevistados

Siendo candidato presidencial del PSUM en 1982, y encontrándose en Puebla realizando su campaña, dos reporteros del diario CAMBIO, éste columnista y Jesús Rivera Rivera, solicitaron una entrevista exclusiva al aspirante y la concedió de inmediato.

Los reporteros debíamos estar en el hotel donde se hospedaba a las 17 horas, y ahí estuvimos con desacostumbrada puntualidad.

Fuimos recibidos casi de inmediato en la suite que ocupaba. Nos recibió con gran amabilidad. Nos invitó un café y empezamos a platicar sobre diversos temas. Poco a poco fuimos cayendo en su juego: “oigan, cómo están las cosas aquí” y nosotros nos soltamos a contarle todo. Nos preguntó por los campesinos emigrantes, la situación en la Mixteca, la de la Sierra Norte, sobre las acciones del gobierno del estado para afrontar los problemas de pobreza y la atención al campo, en fin.

Cuando terminamos, pues estuvimos poco más de una hora con él, nos dimos cuenta que más que entrevistarlo, él nos había entrevistado a nosotros.

Al final nos dijo: “les agradezco mucho su visita y su plática. Me llevó una idea clara de lo que pasa en Puebla. Todo lo que me dijeron me resulta muy útil para mi trabajo y los quiero felicitar, porque están bien informados. Claro, son periodistas”. Y nos despidió muy amable en la puerta de la habitación que ocupaba.

Foro de izquierdistas en Puebla

El viernes al medio día, en el jardín de El Carmen, que se tenía como sitio de reunión de los panistas-panistas, desde hace algunos años, lo ocuparon los izquierdistas que se oponen a la alianza con el PAN, para llevar a cabo ahí un foro.

En ese foro, destinado precisamente a hablar de la alianza izquierda-derecha, participó el ex diputado Gerardo Fernández Noroña, quien con su estilo tradicional, criticó esa alianza.

Se reunieron unas cien personas, casi todos de la vieja izquierda, de los llamados históricos, que se niegan a aceptar que el PRD sea aliado del PAN.

Ahí estuvo don J. Guadalupe Sánchez Jiménez, Rosa Márquez Cabrera, Jesús Alonso Cañete, Federico Chillián, Leopoldo Jiménez Balbuena y muchos más, que expresaron su decisión de no participar en las elecciones de julio y de hacer una campaña de orientación entre sus correligionarios, para que rechacen cualquier alianza con partidos y agrupaciones políticas, que sean ideológicamente contrarias al socialismo.

La lucha por San Pedro Cholula

Uno de los municipios más peleados, políticamente, de la zona conurbada de Puebla, es el de San Pedro Cholula.

Los tres candidatos más fuertes para la presidencia municipal son Sergio Galindo del PRI; José Juan Espinosa, por Movimiento Ciudadano y Eduardo Papaqui, por el Partido del Trabajo.

En una plática con algunos habitantes de esa ciudad pre-hispánica, sacamos en conclusión que tienen en muy mal concepto a los candidatos priista y aliancista, es decir al señor Galindo y al ex diputado Espinosa. Se salva el candidato del PT, Eduardo Papaqui.

Del priista nos dijeron que es un transportista muy conflictivo, que tiene problemas con permisionarios y con choferes. Cuando fue presidente de una de las líneas de autobuses que realiza el servicio en esa zona, fue denunciado por una concesionaria por una faltante en sus cuentas de aproximadamente 200 mil pesos y los choferes se quejan de lo mal que los trata como patrón.

Por lo que se refiere a José Juan Espinosa, los entrevistados luego recordaron el “chantaje”, dicen ellos, del que quiso hacer víctima a la actual presidenta municipal, que es de su mismo partido, Lolita Parra, de lo que se hizo un escándalo. El problema, nos cuentan, es que quiso que le autorizara una obra de 9 millones de pesos y que él a cambio le daría su 5 por ciento de comisión. Como la presidenta se negó, el entonces diputado pretendió que fuera destituida.

Hubo quienes lo acusaron de utilizar el nombre de Andrés Manuel López Obrador, aprovechando que el tabasqueño tuvo en Cholula muchos simpatizantes, y así “llevar agua a su molino”. También hay quienes afirman que su postulación obedeció a negociaciones con el gobierno estatal, del cual hablaba horrores.

Por lo que respecta al candidato del PT, Eduardo Papaqui es el mejor librado. En general, los ciudadanos lo ven bien y señalan que él no ataca a nadie y sólo pide que los votantes analicen el desempeño de cada uno en la vida pública del municipio.

Las campañas en el sur

En el sur de Puebla las campañas por las presidencias municipales de la zona están en su mejor momento.

Los candidatos andan movidos, aunque la gente no parece responder con mucho entusiasmo.

Eso se debe, dicen los lugareños, a que la principal preocupación de los habitantes de la región es el problema económico.

Desde el derribo de las torres en Nueva York, ya tiene de eso 12 años, la economía de la región —muy dependiente de los Estados Unidos— ha ido a la baja.

Después del 11/11 cerraron muchas casas de cambio, donde quienes recibían remesas de sus parientes que trabajaban del otro lado, vieron menguados sus ingresos.

Ha habido altas y bajas, pero la realidad es que ya no ha sido lo mismo que antes y eso ha tenido una seria repercusión en la economía regional.

En los últimos meses se ha resentido más debido a que en Estados Unidos escasea el empleo, además el peso tiene menor valor ante el dólar, es decir, el peso se ha fortalecido en los últimos meses y eso repercute en el ingreso, de por sí menguado, de las familias mixtecas. El movimiento comercial local ha bajado y muchos de quienes trabajaban en Estados Unidos, han regresado, lo que también ha provocado que muchos jóvenes que fincaban su futuro en irse a trabajar al país del norte, ya ni lo intenten.

Es urgente una reactivación económica de la región, impulsando las actividades productivas locales, entre ellas la agricultura que ha ido de más a menor: ya casi no se produce jitomate, ni cebolla, ni arroz, ni melón, ni sandía; la ganadería también está abandonada y no hay industrias en la zona que puedan absorber la mano de obra de los mixtecos.

Lo único que prevalece es la producción de caña, la zona de más alta productividad, pero que por las importaciones innecesarias de azúcar que hizo el ex presidente Felipe Calderón,  ha provocado una baja en el precio del producto y eso ha dañado a los productores de caña.