Los hechos, a través del tiempo, se han venido distorsionando y acomodando a gusto de los diferentes grupos que tomaron parte en ellos o de los que se apuntan para las celebraciones, aunque no hayan tomado parte.

Ahora resulta, que hace un año se aprobó oficialmente la conmemoración de la muerte de cientos de jóvenes estudiantes y de civiles de diferentes edades, con el izamiento de la bandera a media asta y que fue en el gobierno de Felipe Calderón, cien por ciento panista, cuando se inició esta celebración.

Se olvida que en 1968, fueron el Partido Acción Nacional y los organismos empresariales de la época, los que con mayor entusiasmo aplaudieron el acto represivo del diazordacismo, mismo que ahora pretenden condenar. Se olvida que el mundo estaba dividido, por la Guerra Fría, en cristianos y comunistas y que los Estados Unidos y los gobiernos aliados de Latinoamérica, como México,  tenían obligación de impedir y reprimir cualquier movimiento de tendencia izquierdista.

Gustavo Díaz Ordaz, entonces Presidente de la República, fue formado políticamente en Puebla, por Maximino Ávila Camacho, un cacique dueño de vidas y haciendas, que imponía su voluntad contra viento y marea, que no se tentaba el corazón para ordenar actos represivos o vengativos, según cuentan las crónicas.

Díaz Ordaz fue un alumno destacado del entonces Colegio del Estado y fue llamado a colaborar con el gobierno de la época. Maximino le dijo: “quiero que se haga cargo de la Junta de Conciliación y Arbitraje” y el joven abogado le contestó: “señor, no soy especialista en derecho laboral” y Maximino preguntó: “los especialistas nacen o se hacen”. La respuesta fue: “se hacen”. “Pues hágase”, le dijo el cacique. Y así empezó su carrera política del que pasaría a la historia como el presidente del periodo post revolucionario, más autoritario y que cargaría sobre sus espaldas la muerte de cientos, se dice que fueron más de mil, jóvenes y adultos.

Tres manifestaciones ayer

En Puebla hubo ayer tres manifestaciones de otros tantos grupos políticos, para conmemorar el hecho.

El día se inició con el izamiento de la bandera nacional a media asta en el zócalo de esta capital.

Ahí se dieron cita, quien lo dijera hace 45 años, izquierdistas y derechistas.

El presidente municipal, don Eduardo Rivera Pérez, no presidió el acto y delegó su representación no en un regidor o en el síndico, como protocolariamente debería ser, sino en el secretario general del Ayuntamiento.

El orador fue un regidor de la presunta izquierda, don Arturo Loyola y González, quien dijo que “en esta misma plaza de armas, hace una año por primera vez de manera oficial, se izó nuestra bandera nacional a media asta al igual que en todas las plazas públicas del país, para conmemorar la masacre del 2 de octubre de 1968, en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

“Decíamos, apenas hace un año, que tal conmemoración es moral y políticamente válida, en tiempos en que la tentación del autoritarismo permanece latente”.

El orador tal vez no percibió que todos los gobiernos que siguieron al de Díaz Ordaz, han sido autoritarios. Se olvidó que en los tiempos de Echeverría hubo otra matanza el 1 de junio en la ciudad de México, en la que jóvenes halcones, preparados especialmente para actos represivos, mataron a jóvenes estudiantes desarmados y que desde López Portillo, hasta Felipe Calderón, los presidentes mexicanos han sido autoritarios.

Cuando un gobernante pretende ser tolerante y más o menos democrático, se le tacha de débil.

Y es que en la época indígena y después en la Colonia y en el México independiente, todos los gobiernos han sido autoritarios. Lo fue Moctezuma, lo fueron todos los virreyes (recordad que habéis nacido para callar y obedecer) lo fue don Benito Juárez, lo fue Porfirio Díaz, lo fue Plutarco Elías Calles, en fin, el autoritarismo ha campeado en todas las épocas históricas de nuestro país.

Ahora mismo, se tacha a Peña Nieto de débil, porque no ha ejercido actos de represión contra los maestros oaxaqueños que han dislocado la vida de los chilangos y de paso se llevan al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.

La lucha por la democracia y las libertades individuales, como señaló el orador, ha significado un largo camino de sacrificios en la vida social de México, y ese camino aún no termina.

Somos un pueblo con una muy deficiente educación y no por culpa de los maestros, como algunos piensan y dicen, sino porque 62 por ciento de los mexicanos viven en la pobreza y son muchos los millones de niños y jóvenes que cuando llegan a la escuela o no han probado alimento o han comido mal. Así no vamos a llegar a la democracia nunca y menos con políticos que sólo ven por su interés personal o de grupo y no por el interés general de la nación.

“En Brasil, dijo el presidente Lula da Silva, 70 por ciento de la población no puede dormir porque no ha cenado y el 30 por ciento restante, no puede dormir porque le preocupa lo que pudieran hacer los millones que no han podido llevar alimento a su casa”. Ya estamos llegando a esos extremos. Por lo pronto, la gente de la clase media en extinción, tiene miedo al crecimiento de la delincuencia, derivada de la pobreza.

Notas breves: Está muy optimista el dirigente estatal del PRD, don Eric Cotoñeto. Dice que el surgimiento de Morena como partido político, no preocupa a su partido, el de la Revolución Democrática. ¿El PRD podría juntar a 4 mil 90 delegados, debidamente registrados y sin acarreo en Puebla o a 7 mil en Oaxaca?... La afirmación de que el PRD no necesitará aliarse con el PAN para ganar la elección de gobernador en las elecciones próximas, es una declaración fuera de la realidad. Los triunfos que han obtenido últimamente en Puebla, PAN y PRD, ha sido por sus alianzas entre ellos y con otras expresiones políticas. Esos partidos solos, ganarían algunas presidencias municipales y algunas diputaciones, nada más. Ni el partido de la derecha, ni el de la presunta izquierda, tienen estructura y organización para ganar una gubernatura en Puebla… El priismo poblano está ofreciendo un débil apoyo a la reforma energética propuesta por el presidente Peña Nieto. Se realizan pequeñas reuniones en locales cerrados para explicar los supuestos beneficios que dicha propuesta acarrearía al país. La conferencia sobre este asunto, que se dio ayer, fue en la Liga de Comunidades Agrarias.