Los únicos que están tranquilos haciendo comentarios fríos y desinteresados, son los ciudadanos de a pie (como dijera la senadora Blanca Alcalá), a la mayor parte “les vale un comino” que el candidato sea quien sea. No hay interés, no hay entusiasmo. La única preocupación del ciudadano común es la económica: cada día hay menos dinero y aumenta el precio de productos vitales para su subsistencia.

Los líderes campesinos en su acto del viernes se la pasaron pidiendo más diputaciones, presidencias municipales y regidurías para el sector que representan y a la gente le vale, pues saben perfectamente que no van a resolver nada.

Hay un desinterés, una apatía que debería preocupar a los políticos, pero éstos no se dan cuenta. No están y al parecer nunca han estado en la realidad. Se crean su pequeño mundo y en ese mundo todo es movimiento, rumores, chismes y en ese mundo viven felices.

Se acerca el momento de la verdad

Ojalá y nos equivoquemos, pero si las campañas no prenden, si los que sean designados candidatos no logran vencer la apatía y la incredulidad de la gente, las elecciones de julio van a ser un desastre.

En un país que se dice democrático o en camino a la democracia electoral, si no hay participación ciudadana, no puede hablarse de una democracia real. Y la falta de participación ciudadana se debe a que la clase política en general ha decepcionado.

El PRI y el PAN han gobernado a este país en los últimos 30 años con engaños, mentiras, sin sensibilidad social y política.

Que los panistas no tengan oficio político y menos sensibilidad social se entiende, pero que los priistas que han regresado al poder después de 12 años de haberlo perdido y que todavía no se hayan dado cuenta de que el neoliberalismo impuesto desde Miguel de la Madrid hasta Ernesto Zedillo, que después fue seguido por Vicente Fox y Felipe Calderón, no hayan recapacitado y sigan por el mismo camino, eso sí, no se entiende.

Hay una oposición muy fuerte entre los en otro tiempo sumisos priistas, al cobro de IVA en alimentos y medicinas y muchos piensan que aprobarlo antes de las elecciones en Puebla y en otros 13 estados sería desastroso para su partido.

Pero hay quienes aseguran que se va a aprobar la apertura en los documentos básicos para que la reforma fiscal que incluye el cobro se apruebe en noviembre, precisamente para no afectar el resultado electoral.

La lucha final

Los aspirantes a la candidatura priista por la presidencia municipal de Puebla capital han entrado en una etapa de actividad intensa.

Enrique Agüera, el rector de la BUAP; Enrique Doger, el exrector y expresidente municipal, y el empresario José Chedraui parecen ser los punteros.

Óscar Aguilar, Víctor Giorgana Jiménez y Víctor Gabriel Chedraui, los más priistas, parecen estar destinados a ser candidatos a diputados locales.

En el PAN sólo suena Antonio Gali Fayad, que si bien no es panista, sería un candidato ciudadano bastante aceptable para un partido que carece de figuras públicas con carisma.

No se mencionan candidatos de partidos del PT o de Movimiento Ciudadano, que irán solos en la contienda, es decir, no formarán parte de la alianza que hace dos años llevaron al triunfo para la gubernatura a Rafael Moreno Valle.

En los 216 municipios restantes, los más alborotados son los aspirantes que suman más de mil. Muchos esperan ser candidatos a diputados, si no logran la candidatura a la presidencia municipal de sus respectivos municipios.

El tiempo avanza: la semana próxima será la Asamblea Nacional del PRI para reformar sus documentos básicos; dentro de tres semanas será la Asamblea Nacional del PAN para reformar sus estatutos, a los que la cúpula panista acusa de ser responsables de haber perdido la presidencia.

El país sigue soportando inseguridad, violencia, carestía, desempleo, dependencia alimentaria, deterioro de los sistemas de salud y educación y mil problemas más y como se ven las cosas, esos problemas no van a ser tratados en las campañas políticas. Las campañas serán una fiesta para alejar a la gente de sus verdaderas preocupaciones.