Los espectaculares que quedan libres son los que se encuentran a bordo de carreteras y esos tendrán poco efecto en los electores.

Los candidatos de la alianza panista-perredista-etcétera, tienen acaparados todos los que se encuentran dentro de la ciudad, y en ellos promoverán a su candidato a la presidencia municipal y a sus candidatos a diputados.

Los priistas y verdes tendrán que ingeniárselas para buscar otro tipo de propaganda.

Es la cuota que tiene que pagar el PRI por no haber sido nunca en Puebla partido de oposición. El PAN gobierna la ciudad y el estado, como en otros tiempos lo hizo el PRI. Debieron prever que si bien los panistas no son duchos en artes de propaganda política, en sus filas hay muchos priistas que fueron operadores del partido tricolor en tiempos recientes.

Fortalezas y debilidades

Las fortalezas del PRI son muchas, pero también sus debilidades y así se nota en las regiones del estado.

En la zona de Atlixco, por ejemplo, cuyo principal municipio ha sido gobernado por el PAN en varias ocasiones, después de un largo caciquismo cromiano, el partido tricolor pretende revivir a la vieja organización obrera, colocando como candidatos a presidentes municipales, a viejos luchadores de la central obrera CROM, que cuando era prácticamente dueña de la región abusó de su poder.

Será difícil que si en realidad se hace eso, como se rumora, el PRI pueda recobrar el poder en esa zona, como será difícil también, que la diputada federal, Rocío García Olmedo, gane la presidencia municipal de Atlixco, pues tiene 40 años de no vivir ahí.

¿Entonces cómo ganó la diputación federal? Preguntamos a nuestro informante y la respuesta fue: “un distrito electoral federal está compuesto por varios municipios y en algunos de ellos la señora tiene amigos y es conocida, pero en la cabecera que es la ciudad de Atlixco, las cosas son diferentes. No dudamos que tenga seguidores, que tenga amigos, pero no le alcanzan para obtener el triunfo. Bueno, eso es lo que pensamos”, expresó.

Los que suenan para diputados

Los candidatos de la alianza “Unidos por Puebla” para las diputaciones locales, son Heberto Rodríguez Regordosa, Jorge Aguilar Chedraui, Fernando Manzanilla Prieto, Patricia Leal y otros altos funcionarios estatales, el mejor evaluado es el secretario general de gobierno, Fernando Manzanilla.

Se expresan bien de él todos los que lo conocen o han tratado algún problema de su incumbencia con el actual responsable de la política interna.

Dicen que mantiene buena relación con todos los dirigentes partidistas y de agrupaciones políticas y sociales, y que pese al enorme trabajo que representa el ser responsable de la política interna, se ha dado tiempo para impulsar la lectura como medio para recomponer el tejido social, para implementar medidas a fin de combatir la trata de mujeres; combatir la inseguridad en Puebla y en el resto del estado, en fin de mil cosas más que han tenido como resultado, que la entidad poblana mantenga uno de los más altos índices de seguridad en el país y que los problemas surgidos en los pueblos, se hayan resuelto mediante el diálogo y la negociación y como resultado haya un clima de trabajo y de tranquilidad en todo el Estado.

Todo parece indicar que será el candidato a la diputación por Cholula, postulado por el PAN y apoyado por la alianza “Unidos por Puebla”. El funcionario, al afiliarse a Acción Nacional, explicó en tres artículos periodísticos el por qué de su decisión, y la verdad es que dejó a muchos panistas con la boca abierta, pues demostró conocer mejor los postulados de su partido, mucho mejor que varios panistas con muchos años de militancia. Será sin duda un buen candidato.

El PRI todavía no decide

En el caso del Partido Revolucionario Institucional, todavía no decide abrirse en el caso de las candidaturas para diputados, pues al parecer primero va a resolver lo de las candidaturas a las presidencias municipales, sobre todo las de municipios más conflictivos.

De todos modos tendrá que escogerlos con cuidado para poder vencer a algunos de sus opositores sobre todo en la ciudad de Puebla. Los de “Unidos por Puebla” que lanzará por esta capital, son relativamente conocidos. Su nombre se ha empezado a mencionar de dos años a la fecha, a raíz de que ocupan un alto puesto en el gobierno estatal, pero les ha faltado, como les falta a los panistas en general, hasta a los de reciente cuño, popularidad entre el grueso de la población, les falta carisma, la sencillez que deben tener en su trato con la gente común, pero bueno: en política no hay nada escrito, ya veremos…

Notas breves: Los perredistas históricos, aquéllos que tienen el orgullo de haber sido formados por el ingeniero Luis Rivera Terrazas, cuando el PRD se llamaba “Partido Comunista Mexicano” y después de una evolución llegó a ser el Partido de la Revolución Democrática en noviembre del 88, aquéllos jóvenes entusiastas que luchaban por la instauración del socialismo y que ahora, ya con más de cincuenta, andan todavía queriendo dar guerra y parece que sus últimos años activos en la política, se la pasarán luchando para recobrar el partido que perdieron en manos de “oportunistas” dicen ellos, pues perdieron el tiempo en grillas internas, en discusiones bizantinas y en luchas callejeras, y cuando voltearon ya nada era igual. Ahora no les queda más que llorar como mujeres, lo que no supieron defender como hombres. Están engallados. Ayer en una conferencia de prensa en la que estuvieron: don José Guadalupe Sánchez Jiménez, don Rubén Moreno Medina, don Gerardo Pérez Muñoz, don Felipe Ortega y don Miguel Tacomo, piden que el PRD rescate su independencia, que represente a las luchas sociales, que defienda a los pobres y que luche por transformar las condiciones injustas en el país. Piden también que abandone el pragmatismo electoral que lo único que ha provocado es la desintegración del partido, la disputa entre las corrientes por diputaciones, provocando con ello corrupción política. Impugnan la alianza de la izquierda con la derecha. Como usted puede ver, a los perredistas históricos no les quedará de otra, en el corto tiempo, que fundar su propio partido, porque sus peticiones a estas alturas resultan inoperantes y fuera de su realidad.