En los tiempos en que el PRI era el rey y señor del ruedo, había discusiones, tal vez fingidas, pero que daban la impresión de que dentro del cuerpo de legisladores había quienes pensaban diferente y que había confrontación de ideas como debe haberla en toda democracia.
Por eso la impresión que esta legislatura, que ya prácticamente está deshecha por la ambición de muchos, deja en la ciudadanía es pésima y ahora peor, pues dieciocho de sus integrantes, casi la mitad, piden licencia para tratar de subirse al “carro de la revolución” para seguir viviendo del presupuesto y ahora por casi cinco años más, como presidentes municipales, como regidores, como síndicos o como sea, pero recibiendo jugosos sueldos sin hacer nada útil para beneficio de los ciudadanos, como no lo han hecho en el tiempo que llevan como diputados, salvo raras excepciones, que siempre las hay.
Se dice que en este país hay dos formas de hacerse rico en poco tiempo: entrándole al narcotráfico o crimen organizado u ocupando un puesto político.
Lo primero es sumamente riesgoso y hay que tener ciertas habilidades, para lo malo, pero habilidades. Para lo segundo no se necesita más que una ambición desmedida de poder y de dinero.
Hace como tres años en una estación televisora entrevistaron a tres corresponsales extranjeros: un gringo y dos europeos. Les preguntó el entrevistador, ¿cómo calificarían a los políticos mexicanos comparados con los de sus propios países? Y la respuesta de los tres fue igual: “muy medianos”.
Pues con esos políticos medianos o muy medianos, pero además deshonestos y ambiciosos de poder y de dinero, salvo excepciones claro, este país tiene que caminar hasta que llegue un día en que los ciudadanos organizados les marquen el alto y exijan a los partidos, que se pongan a trabajar en la formación de cuadros capaces de afrontar los problemas del país, del estado, de los municipios, cuadros formados ideológicamente para servir a su pueblo y no para servirse de él.
Los partidos tienen en gran parte la culpa de lo que está pasando. Se han vuelto un negocio en vez de ser instituciones de servicio público. Han degradado la política. Ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, ni ninguno de los otros nacidos para ser aliados, se salvan.
Tal vez el problema sea que el gobierno mantiene a cada una de esas organizaciones, canalizándoles millones de pesos mensualmente, para que formen estructura, sean organizaciones fuertes y hagan buena política para servir al país. La realidad es que en vez de servir, son un estorbo para todo y un gasto inútil. Ningún partido, ni Acción Nacional cuyo fundador, Manuel Gómez Morín, fue autor de la frase de que los partidos debían ser escuelas de política, cumplen con eso que debería ser su función primordial. Son partidos electoreros, controlados por pequeños grupos que andan en busca de huesos políticos por todos lados.
Ahora se presenta la oportunidad de poder llegar a un puesto de elección popular para cobrar durante casi cinco años y no les importa casi desbaratar al Congreso del Estado, para ir corriendo a inscribirse como aspirantes a presidentes municipales, síndicos o regidores: De los 18 solicitantes de licencia siete son del PRI; seis son del PAN; dos de Nueva Alianza; dos del Verde Ecologista; uno del Movimiento Ciudadano y uno del PT. Así están las cosas en este país y que el Señor nos agarre confesados.
Notas breves: ciudadanos de Pahuatlán, un pueblo mágico que está en la parte de la sierra norte que forma parte de las huastecas, se quejan de su alcalde, el odontólogo Melitón Guzmán, pretende jugarle las contras al PRI, partido por el que llegó al poder. Su objetivo, dicen, es dejar a su esposa como candidata del partido tricolor (la señora tiene sus méritos, pues ha desempeñado un buen papel como presidenta municipal del PRI y si el pueblo no se ha vuelto contra su esposo, se debe al respeto que le tienen a la señora, que también es odontóloga) pero decíamos que el objetivo no es lograr que su señora sea la próxima presidenta municipal, sino allanarle el camino a la coalición opositora cuya planilla iría encabezada por Arturo Hernández, persona muy allegada al actual alcalde. Según nuestros informantes, el precandidato del PRI con posibilidades de triunfo, pese al mal desempeño del doctor Guzmán, es Eduardo Vera Lemus… En unos días más, la alianza “Todos por Puebla” integrada por el PAN, PRD, Nueva Alianza y Compromiso por Puebla, lanzará como su candidato a la presidencia municipal a Antonio Gali Fayad, considerado por tirios y troyanos un buen candidato. El PRI está fuerte y tiene un candidato fuerte, pero no puede descuidarse porque el candidato de la alianza partidista, tiene lo suyo, sobre todo, sabe llegarle a la gente… Ayer se puso en marcha en esta capital, la campaña contra el hambre, que comprenderá 14 municipios del estado, tanto urbanos como rurales. Según manifestó la secretaria de Desarrollo Social federal, Rosario Robles Berlanga, Puebla es uno de los seis estados del país escogidos para esta campaña, por ser los que tienen el 70 por ciento de los pobres en situación de hambre. Entre los municipios urbanos que serán atendidos en este aspecto, están Puebla, Tehuacán y Atlixco. Rosario Robles y el gobernador Rafael Moreno Valle, firmaron el acuerdo para trabajar unidos en este programa. El delegado de Sedesol en Puebla, Juan Manuel Vega Rayet, afirmó en su discurso, que habrá una perfecta coordinación con el gobierno del estado y con los gobiernos municipales. Se hizo un exhorto a la población para participar en el programa, pues luchar contra la pobreza extrema, contra el hambre, es responsabilidad de todos.
