Mayo y junio serán dedicados a las campañas por la renovación de 217 ayuntamientos y 41 diputaciones locales, 26 de ellas de mayoría relativa, que serán verdaderas guerras externas entre coaliciones de partidos.

 

 

El PRI y el Partido Verde, conforman la coalición “Mover a Puebla” y la coalición conformada por el PAN, PRD, Panal y Movimiento Ciudadano, es “Puebla Unida”.

 

 

El proceso interno del PRI está más avanzado, lleva ventaja a sus adversarios, ya que es el partido con mejor estructura, con mejor organización interna y con cuadros entrenados para este tipo de actividades; El PAN tiene en Puebla una estructura mediana, mal organizada, hay muchos conflictos internos y un buen número de sus integrantes están inconformes con la alianza de su partido con el “comunista” PRD; a su vez, el PRD tiene una modesta estructura, una pésima organización y un numeroso grupo de perredistas desaprueban la alianza de su partido con el PAN, al que califican de partido de la derecha, representante de los intereses de la burguesía; El Panal, no es el SNTE, aunque algunos maestros forman parte de él, sin embargo, este partido no tiene fuerza real. Movimiento Ciudadano es José Juan Espinosa y sus amigos. Del partido local “Compromiso por Puebla”, se sabe muy poco.

 

 

Las guerras internas que estas dos coaliciones sostendrán por las candidaturas, les restará fuerza y ahondará sus divisiones.

 

 

Aunque se diga lo contrario, el PRI no es un partido unido y menos en época electoral. Hoy los priistas lo pensarán dos veces antes de pasarse a otra organización política “con toda su gente”, porque el PRI ha regresado a Los Pinos y ellos saben o intuyen que será para mucho tiempo. No es lo mismo amenazar al PRI y hacerle retobos y pataletas cuando está fuera del poder federal, que hacerlos cuando ha regresado al gobierno de la república. La mayor parte de los priistas de ahora, serán ignorantes de sus documentos básicos, de la historia nacional y de la historia de su partido, pero tontos, no son.

 

 

Así pues, hay más unidad en el PRI que en los otros partidos, el Revolucionario Institucional tiene más y mejor estructura y organización y gente más capacitada en el servicio público, pero los otros ya están aprendiendo cosas y ya tienen en sus filas a muchos expriistas que en asuntos electorales se mueven como peces en el agua.

 

 

En esta ocasión, en el PRI se inscribieron más de mil aspirantes para abanderar la lucha por los ayuntamientos de 217 municipios.

 

 

Ni la coalición encabezada por el PRI, ni la que encabeza el PAN, y a la que pertenece el PRD, tienen candidatos ya designados para la mayor parte de los municipios o distritos electorales.

 

 

El PRI ya está trabajando y tiene candidatos en los 80 municipios cuya designación se rige por “usos y costumbres” de los que en la mixteca y en la sierra norte son muchos: “Unidos por Puebla”, no tiene nada al respecto.

 

 

El PRI ya tiene candidato para la presidencia municipal de la capital del estado, Enrique Agüera Ibáñez y el PAN lo designará entre hoy y mañana y será Antonio Gali Fayad, que es el mejor posicionado de todos los aspirantes que tiene ese partido.

 

 

Los cambios que provocaron las elecciones

 

 

Estas elecciones, como ninguna otra, han provocado que a dos años y tres meses de haberse iniciado la administración estatal, se hayan desintegrado lo que originalmente fue el gobierno estatal, el Congreso local y numerosos ayuntamientos.

 

 

La causa es la ambición de los políticos locales por continuar en el sector público por otros casi cinco años, ya que el periodo de ayuntamientos y diputados locales será de cuatro años, ocho meses y 17 días, oportunidad única para continuar “sirviendo” al pueblo.

 

 

Hay diputados (solicitaron licencia 18, además de los que habían salido antes para buscar diputaciones federales) que van en busca de una presidencia municipal, pero también de una regiduría o sindicatura, lo que caiga. Lo importante es garantizar un elevado ingreso por otros años y meses más de lo normal.

 

 

¿Discriminación a la mujer?

 

 

Pese a las protestas y continuas denuncias de distinguidas políticas nacionales y poblanas, por la discriminación en que se tiene al sexo femenino de los cargos políticos, parece que esto continúa.

 

 

Por lo menos, las dirigencias partidistas no están muy bien enteradas del trabajo social y político que muchas esposas de presidentes municipales realizan al frente del DIF, durante el periodo de sus esposos, pues pocas veces las toman en cuenta.

 

 

En muchos casos, los presidentes varones hacen un mal trabajo político y social y sus esposas los salvan por el buen trabajo que realizan al frente del DIF correspondiente.

 

 

Hace unos días le comentamos aquí del caso de una señora de la sierra norte y ahora le hablaremos de la licenciada María Eugenia Oliva García, presidenta del DIF de Tepeaca, donde ha realizado una labor ejemplar al grado de que son muchas las mujeres de la región que le han pedido que se lance como candidata a diputada.

 

 

Su esposo ha realizado un buen trabajo como presidente del histórico municipio cercano a Puebla capital, pero el caso es que el trabajo de ella, eminentemente social, le ha ganado el aprecio de mucha gente.

 

 

Ella ha empezado un poco tarde su lucha para ser la candidata a diputada pero ha tomado consciencia de las dificultades que tienen las mujeres para acceder a puestos de elección popular.

 

 

Concientizada ya de la importancia de la participación política, está decidida a buscar una posición que le permita continuar el trabajo que ha iniciado y ampliarlo si es posible.

 

 

Como ella, debe haber muchas otras mujeres capaces, sensibilizadas política y socialmente, que luego las dirigencias políticas de todos los partidos ignoran, diciendo que hay pocas aspirantes a participar a través de los partidos por multitud de razones. Por eso los nombres de las féminas que se manejan para ocupar puestos públicos, casi siempre son los mismos. Nadie se molesta en buscar en los municipios y en la misma capital a mujeres valiosas y entronas, que las hay.

 

 

Nuestro amigo Julio Leopoldo de Lara, dirigente de la Agrupación Política Nacional, en vías de ser partido, Factor Ciudadano, nos envió una carta aclaratoria sobre una información aparecida en esta columna. Básicamente afirma que el destape del exrector Enrique Agüera, para candidato del PRI a la presidencia municipal, lo hizo en forma personal y no como dirigente de la agrupación que dirige. Mañana publicaremos el texto completo del comunicado.