En vísperas de que se decidan las candidaturas de los diversos partidos políticos para las presidencias municipales y diputaciones locales, la clase política vive angustiada y temerosa. No saben nada de nada, pues ni siquiera se han decidido las alianzas partidistas, menos lo que interesa a los cientos o miles de aspirantes.  

La toma de posesión de la nueva dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias del estado de Puebla, afiliada a la Confederación Nacional Campesina (CNC), Maritza Marín Marcelo, dio pie para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) volviera a sus viejos tiempos.  

El sexenio que acaba de terminar y que fue presidido por Felipe Calderón está sufriendo un enorme desprestigio, que ya traía consigo pero del que se están ya revelando pruebas por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y que no dejan lugar a dudas.  

No es noticia que continúa la división en el PRD con motivo de una posible alianza con el PAN. Noticia sería que llegaran a un acuerdo.  

Ayer se cumplieron cien años de la creación del Ejército surgido de la Revolución mexicana.  

Que los perredistas no lleguen a un acuerdo sobre su alianza con el Partido Nueva Alianza, el de “La Maestra”, para las elecciones locales de julio próximo, no es nada raro. Los perredistas no acostumbran ponerse de acuerdo para nada.  

Políticamente, los priistas se llevaron la semana que acaba de terminar; no sólo realizaron su asamblea estatal sino que recibieron la visita de sus dirigentes nacionales.  

Los priistas poblanos vivirán hoy momentos que se creían ya superados. Durante los 12 años del panismo en el gobierno federal, los dirigentes nacionales del partido tricolor dejaron de tener el carisma y de levantar el entusiasmo de sus correligionarios cuando hacían una visita a Puebla.  

“Creer que el PRI ha cambiado, como piensan algunos ingenuos, es como creer que puede ser electo un Papa negro o latinoamericano, o incluso un gringo o canadiense. Los europeos siguen siendo tan cerrados en ese aspecto como lo fueron hace 500 años que llegaron a América. Ellos lucharán para que el sucesor de Benedicto XVI sea un italiano o de alguna otra nacionalidad, pero europeo. Son los dueños de la cultura occidental cristiana y son ellos los que deben llevar la batuta”.  

Los regidores priistas y del Verde presentaron ayer, en el comité municipal del PRI, un análisis del informe del presidente municipal panista, en el que don Eduardo Rivera Pérez no salió del todo bien. Mejor dicho, tuvo calificaciones de reprobado a mediocre, tanto en los datos dados a conocer como en la opinión de los ciudadanos.