Thursday, 28 de March de 2024


La cuenta regresiva de la campaña arranca hoy: 28, 27, 26…




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Si la guerra sucia no ha funcionado, ni en las redes sociales ni en las calles, quizá es la hora de retomar conceptos clásicos de los grandes consultores: potenciar la personalidad del candidato y sus propuestas. Los “creativos” de su campaña desaparecieron la imagen del rector de la BUAP

El crimen no paga. Por lo menos en las redes sociales. Aunque el agüerismo ha invertido importantes cantidades de tiempo, dinero y esfuerzo en diseñar una estrategia de guerra sucia para minar al candidato a la alcaldía de “Puebla Unida”, simplemente no han obtenido beneficios. Hasta el cierre de la edición de ayer, han posteado 18 videos en You Tube en contra de Tony Gali para alcanzar 350 mil visualizaciones. Los #Agüerabots han lanzado en Twitter 10 etiquetas o hashtags para denigrar la imagen del ex secretario de Infraestructura, e incluso han logrado colocar seis de ellos como trending topic nacional. Y nada: no solamente Enrique Agüera no crece, sino que la carrocería de Tony Gali resiste porque sus negativos no se disparan y por lo tanto sigue liderando la carrera de acuerdo con el tracking CAMBIO/MAS DATA.

 

 

Justo en el ecuador de la campaña, el día 29, el reloj empieza a correr y pesa más para el candidato que va abajo en las encuestas, en este caso Agüera. El estado de ánimo en su war room empieza a notar desesperación. Un termómetro fiable es el de la creativa Edurne Ochoa de la consultoría Imanagers y que forma parte del equipo del candidato del PRI-PVEM. Ayer, tras la publicación de la encuesta de Mendoza Blanco y Asociados en El Sol de Puebla que da ventaja a Gali de +7 puntos, posteó en su cuenta de Twitter “el verdadero #termómetro está en la calle. Desafortunadamente #encuestas #medios y #LideresDeOpinión han perdido TODA credibilidad”. Cita textual.

 

 

Se entiende la desesperación: en el war room de Agüera ha pasado, lo ha intentado todo, incluso ya tiró dos misiles de alto impacto. Uno, el video del irascible Gali en la Udlap, y dos, el reportaje de “Punto de Partida” en Televisa. Han distribuido miles de volantes y financian la aparición de diarios fantasmas que solamente llevan como nota principal ataques contra Gali. Y de momento, nada funciona. Claro, de momento.

 

 

Les quedan 28 días para que algo funcione. De entrada, fue el propio Agüera y no sus creativos quien encontró un buen escudo frente a la andanada de acusaciones contra su patrimonio: la exoneración de la Procuraduría General de la República que en 2010 lo investigó por cargos de enriquecimiento ilícito tras los reportajes de “Punto de Partida”. Él y su familia están limpios, así que puede andar tranquilo por el resto de la campaña mostrando el documento firmado por Marisela Morales, la ex procuradora General de la República.

 

 

Si la guerra sucia no ha funcionado, ni en las redes sociales ni en las calles, quizá es la hora de retomar conceptos clásicos de los grandes consultores: potenciar la personalidad del candidato y sus propuestas. Los “creativos” de su campaña desaparecieron la imagen del ex rector de la BUAP que era precisamente por quien querían votar los poblanos hasta el mes de marzo. Y si eso es un fracaso, todavía lo es más que ninguna propuesta se haya quedado grabada todavía en la mente de los electores.

 

 

Parte de la desesperación que evidencia el war room tiene que ver con el extraño caso de los encuestadores agüeristas que han desaparecido del mapa. Ninguna empresa de la amplia nómina contratada por el ex rector ha difundido sondeos a su favor desde que el BEAP, Covarrubias, Indicadores y La Jornadade Oriente le dieran entre 6-10 puntos de ventaja en el arranque de la contienda. En cambio, Parametría, Mendoza Blanco (Meba), Reforma y el tracking de Mas Data han mostrado una tendencia favorable a Gali.

 

 

Se extraña la guerra de encuestas. Pero puede ser por una buena razón: los encuestadores contratados por Agüera han decidido no truquear sondeos con fines propagandísticos. Es decir, han privilegiado la reconstrucción de la credibilidad perdida en 2010 y 2012. Sería una excelente noticia, pero todavía es temprano para felicitarlos. Habrá que esperar a los últimos días de la campaña. Pero su ausencia es rara.

 

 

Cuenta atrás a partir de hoy: le quedan 28 días a Enrique Agüera para remontar. Si la diferencia, según coinciden casi todos los encuestadores, varía del +5 al +9, deberá dar un golpe de efecto pronto. De otra forma, la losa empezará a pesar cada día más.

 

 

 

 

 

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