Thursday, 28 de March de 2024


Si no es el PRID, es el PRIAN, pero ya hay reforma hacendaria




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El PAN decidió quedarse fuera de la reforma hacendaria para no quedar mal ante su clientela electoral base —clase media, empresarios y profesionistas—, así como con los financieros de sus campañas, las empresas refresqueras y de comida chatarra como Lorenzo Servitje

La nueva geometría política de México parece difícil de creer, pero todavía más si pensamos que se trata de una genialidad del Nuevo PRI. Por un lado, se ha asociado al PRD para la aprobación de la reforma hacendaria a través del Miguel Ángel Mancera. Pero del otro, tiene en el PAN de Gustavo Madero a su socio ideal para sacar adelante la privatización de la industria energética. Jugada más redonda no pudo haber imaginado Enrique Peña Nieto, que a cada quien le da su cada cual, y entre los tres grandes partidos se reparten costos y beneficios, de tal forma que nadie sale mal parado entre sus electores. El PAN cumple con la defensa del empresariado y la clase media. El PRD con las clases más desposeídas, fortalece su posición en el Distrito Federal y saca de la jugada a López Obrador. El gobierno federal, a su vez, tendrá dinero para gastar a manos llenas. Los únicos que perdemos somos los ciudadanos de a pie, inermes ante las decisiones cupulares.

 

 

El diseño arriesgado del Pacto por México alcanza su cenit justo a la hora de su defunción. El objetivo central del instrumento era mantener al PRD dentro de la institucionalidad para echar mano de él en el momento adecuado, y evitar la única transacción legislativa que el sistema político conoció desde 1988: el PRIAN. Juntos aprobaron las reformas electorales, el Tratado del Libre Comercio, el incremento del IVA, el Fobraproa, la nueva Ley Federal de Trabajo, entre tantos etcéteras. No en balde la derecha fue la principal beneficiaria de la marginalidad de la izquierda, pues incluso Vicente Fox rebasó por la derecha a Cuauhtémoc Cárdenas en el 2000.

 

 

Pero el PRI tiene un nuevo socio legislativo en el PRD, con quien aprobará la reforma hacendaria, el aumento de impuestos y el déficit fiscal presupuestario. El pago no parece oneroso: la incorporación del Distrito Federal en el Ramo 33, la creación de un Fondo de Capitalidad para mitigar los daños por marchas, así como la supervivencia del programa de Adultos Mayores, una de las clientelas más fuertes del bastión perredista. Indudablemente el gran ganador es el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien tendrá varios miles de millones de pesos más a su disposición. Pisa fuerte en la carrera presidenciable del 2018.

 

 

El PAN decidió quedarse fuera de la reforma hacendaria para no quedar mal ante su clientela electoral base —clase media, empresarios y profesionistas—, así como con los financieros de sus campañas, las empresas refresqueras y de comida chatarra como Lorenzo Servitje. Precisamente, ayer por la madrugada quedó aprobado el impuesto de 1 peso a las bebidas azucaradas y de 5 por ciento a la comida chatarra, caracterizada por su alta densidad calórica. El PRI se mantuvo firme antes las presiones.

 

 

El nuevo tándem legislativo también se lleva varios méritos. Como ya había sido acordado, quedaron sin IVA las colegiaturas, venta y renta de inmuebles, así como de intereses hipotecarios. El dictamen señaló que no hay condiciones para generar una sobrecarga a un sector clave de la economía. Lo que sí que quedó fue la homologación del 16 por ciento en zonas fronterizas que hasta hoy solamente tenían el 11 por ciento.

 

 

El PRD se lleva varias banderas: pagarán los que más tiene porque se fijó una nueva proporcionalidad al ISR para cumplir el objetivo de que más paguen los que más ganen. Se aplicará 31 por ciento a los que ganen más de 500 mil pesos; 32 por ciento a los ingresos superiores a 750 mil; 34 por ciento a los que ingresen más de 1 millón y 35 por ciento a los superiores a 3 millones. A varios les va a dar el cardiacazo. Además se mantiene el 10 por ciento a las ganancias en la Bolsa de Valores con alguna salvedad.

 

 

Pero en el PAN no están tristes, ya que acabado el tramo amargo de la reforma hacendaria, cumplirán el guión de avalar la privatización de la industria energética. El PRIAN no tiene problemas para revivir cada vez que se necesita.

 

 

En el balance político preliminar se observan ganadores, además de los tres principales partidos, dos personajes. El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, por el acopio de recursos para el Distrito Federal y su dominio en el PRD. Y en el PRI, inevitablemente, Luis Videgaray que supo recomponer la negociación y encontrar aliados estratégicos para no caer en el chantaje del PAN. Dos buenos gallos para el 2018.

 

 

 

 

 

 

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