Thursday, 18 de April de 2024


Con voto abierto de la militancia, no se ve cómo Chepina pueda competir




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¿Quiénes tienen el poder de mover a esos 368 mil militantes? Habrá que ver estado por estado, pero de entrada los gobernadores panistas, incluido Moreno Valle, llevan mano. La mayoría de afiliaciones se encuentra en estados gobernados por el PRI. En Veracruz hay 35 mil militantes registrados; en Jalisco se ubican a 27 mil afiliados y en el Estado de México quedaron 23 mil 427. De ahí le sigue Puebla con alrededor de 20 mil

Las ocho impugnaciones que distinguidos militantes del PAN hicieron en contra de sus nuevos estatutos fueron derrumbadas por el Instituto Federal Electoral, de tal forma que la próxima elección del dirigente nacional se hará a votación abierta de los militantes. En ese escenario, ¿qué posibilidades reales tiene de competir Josefina Vázquez Mota en contra de Gustavo Madero y Ernesto Cordero? Como partido político, el albiazul sufre una profunda transformación con sus nuevos documentos básicos ya validados por el IFE y obligatorios a partir de su publicación en el Diario Oficial de la Federación: el viejo partido de cuadros ha muerto para sustituirlo por uno de masas, que es lo mismo que decir por el dinero para movilizar a los militantes. Quien tenga más dinero y más posibilidades de movilizar, tendrá el as ganador.

 

 

En esa lógica, parece poco capital político los ocho viejitos ex gobernadores que impulsan a “Chepina” a presentarse como una tercera vía. ¿Cuántos militantes pueden movilizar o cuanto capital pueden tener? Muy poco. En ese sentido, parece más atractivo lo que el edil poblano Eduardo Rivera Pérez puede sumarle, excepto porque al momento de la elección —principios de marzo de 2014— Lalo ya no será alcalde, y muy probablemente, tampoco tenga el control del Comité Municipal del PAN. ¿Cuál será su capital entonces?

 

 

“Haiga sido como haiga sido”, Lalo Rivera ha decidido atar su destino político a Josefina Vázquez Mota, con quien el gobernador Moreno Valle simplemente no hace click. No es una cuestión personal, sino diferencia de talantes, vocación de poder, ímpetu. No en balde “Chepina” desapareció del mapa luego de llevar al PAN al tercer lugar en la contienda presidencial, y presentarse como “diferente”, aunque nunca pudo explicar en qué. La desorganización de su equipo, la falta de empuje y propuestas, su renuencia a pactar con Elba Esther Gordillo. Las causas de la derrota nunca fueron explicadas, y sus incondicionales quedaron en la orfandad.

 

 

Pero al fin y al cabo “Chepina” representa el último vértice del triángulo que vive el PAN. Gustavo Madero representa las negociaciones con el gobierno de Peña Nieto, y se encuentra sostenido por los gobernadores y la mayoría de los dirigentes estatales en funciones. Ernesto Cordero es el vicario de los intereses de Felipe Calderón y el grupo que ejerció el poder en su sexenio. Y Josefina Vázquez Mota es la embajadora de un disminuido Yunque que se empequeñece cada vez más, atribulado por las falta de posiciones para atrincherarse una vez que perdieron la Presidencia. Su último resquicio de poder es Guanajuato, y ni siquiera ahí las tienen todas consigo.

 

 

El PAN pierde su viejo ideal de un partido de hombres libres, cuadros formados en lugar de las masas propicias a la manipulación. Lo pierde con unos estatutos aprobados polémicamente en la XVII Asamblea Extraordinaria que fue suspendida y reanudada meses después. Además, modifica la naturaleza de sus órganos de gobierno en plena crisis de identidad, luego de dos sexenios en la Presidencia que culminaron en un tercer lugar en la contienda de 2012. Con un ex presidente cuasi expulsado por colaboracionismo con el PRI, y el otro marcado por la guerra contra el crimen organizado. Peor, imposible.

 

 

Con los nuevos estatutos, los factores reales de poder llevan mano en la elección de dirigente nacional, así como en los estatales y municipales. Todo se reduce a matemáticas: de acuerdo con la depuración del padrón que culminó en diciembre de 2012, actualmente sólo quedan 368 mil militantes, luego de perder 80 por ciento de los casi 2 millones que llegó a tener ese listado.

 

 

¿Quiénes tienen el poder de mover a esos 368 mil militantes? Habrá que ver estado por estado, pero de entrada los seis gobernadores panistas, incluido Moreno Valle, llevan mano. Pero ni siquiera, porque la mayoría de afiliaciones se encuentra en estados gobernados por el PRI. En Veracruz hay 35 mil militantes registrados; en Jalisco se ubica a 27 mil afiliados y en el Estado de México quedaron 23 mil 427. De ahí le sigue Puebla con alrededor de 20 mil, mientras que en la capital sólo hay 4 mil 400. En el DF apenas se quedaron 10 mil registrados. ¿Quién juega con esos números?

 

 

La contienda por la dirigencia nacional del PAN va a costar mucho dinero ya que habrá que recorrer el país y movilizar a los panistas afiliados. En ese esquema, sin las tradicionales convenciones, no se ve cómo “Chepina” pueda contender. En cualquier caso, lo que sí podrá hacer será repetir tercer lugar.

 

 

 

 

 

 

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